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¿El humor en el hospital¿

¡Déjame, que no estoy yo para bromas!, ¡No tengo otra cosa que hacer que reírme!, ¡Tú, todo te lo tomas a risa y las personas tienen que ser más serias!, ¡Los críos qué saben¿!, ¡Para ellos todo es de broma!, ¡Cuando te des cuenta del fracaso no te reirás¿!, ¡No te dolerá tanto cuando te ríes¿!

Éste puede ser un buen comienzo para tratar el tema del humor en el hospital. La infancia de cualquier niño o niña, se encuentra llena de frases como éstas, afirmaciones que marcan cómo debemos actuar y sentir en cualquier momento de la vida¿ La risa, es considerada sinónimo de vagancia, de frivolidad, de poca seriedad, de amenaza de fracaso, ignorancia y por supuesto incompatible con el dolor¿

¿Os imagináis qué pensaríamos si los padres dijeran a sus hijos hospitalizados, esperamos que rías mucho en el hospital? Acertaría si dijera que se les tomaría por locos. Sin embargo, nuestro equipo de maestros afirma que el objetivo prioritario a conseguir es arrancar la risa a los niños hospitalizados, todos ellos inmersos en un proceso, muy, muy doloroso. Somos conscientes de que el humor acelera su proceso curativo.

El día a día nos ha demostrado que la risa no es incompatible con el dolor de nuestros alumnos, prueba de ello, son las risas sanadoras y estridentes que nos regalan sus bocas, las estrellas chispeantes que brillan en sus ojos, y las muestras de gratitud con que llenan el aula, pidiendo repetir la actividad.

Todo esto, a pesar de la sonda en la nariz, que les impide comer y hablar, el gotero, secuestrador de libertad que los mantiene inmovilizados, su calvicie debido a la ¿quimio¿, o su dolor y vómitos, fieles compañeros de su equipaje hospitalario.

Ni varias operaciones, ni tres días sin comer, todo lo olvidan cuando lo pasan bien, cuando se divierten. Lo único que brota de sus labios es: ¡Maestra, no me hagas risa que me ¿tiran¿ los puntos de la operación y me duele!.

Tanto se divierten, que algunos piden a los médicos permanecer hospitalizados un día más, algo increíble, incluso para las familias¿

¡Amigos! La vida con humor es menos trágica. Los PupaClown, Payasos del Hospital arrancan sonrisas por donde pasan, por eso son los mejores acompañantes a quirófano. En un hospital el humor es fundamental, porque nos serena, nos hace reír, evita que tengamos tanto miedo y nos permite relacionarnos con los demás, en igualdad de condiciones.

El humor, es un recurso terapéutico. Como queda demostrado en diversos estudios aumenta la actividad de los linfocitos, mejora el sistema inmunológico e incluso parece que alivia el dolor orgánico del paciente.

Me gustaría terminar, con unas líneas tomadas del libro ¿El poder de la risa¿, de Mª Cruz García, con la esperanza de conseguir que alumbren nuestro camino y nos permitan mantener abiertos nuestros corazones, en todo momento al humor y a la risa: ¿Vamos a detener este tornado caótico de pensamientos llenos de quejas, protestas, dudas, desesperación, reproches y falta de amor. Que cada uno de nosotros asuma su propia responsabilidad y seamos un invierno frío pero acogedor, una primavera innovadora, hidratada, aireada y cálida, un verano caluroso, vivificante y acariciante, un otoño aireado pero fértil, con noches cuajadas de las estrellas más relucientes y días llenos de luz y claridad, creando ambientes de paz, higiene, salud y gozo y que nuestro lenguaje más común esté basado en el canto y la risa¿.

Mª Dolores Martínez García. Maestra de cirugía. El Palmar.

10/06/2008 14:34:53