Presentada la biografía del canónigo doctor D. Diego Tortosa

La presentación corrió a cargo del director del centro educativo, D. José S. Carrasco Molina, quien  glosó la personalidad del autor, definiéndolo como un investigador serio y riguroso, lo cual ha demostrado suficientemente en sus publicaciones anteriores sobre otros aspectos de la vida de Cieza, como sus estudios sobre San Bartolomé, la Hermandad de Ánimas o el Santo Cristo del Consuelo. Afirmó, entre otras cosas, que este autor:

"No sabe hacer las cosas a medias, no sabe llevar a cabo un acercamiento superficial para salir del paso a un personaje o acontecimiento histórico, consultando cuatro periódicos y dos archivos. No, nada más lejos de su personalidad investigadora. Alfredo se adentra en el objeto de su estudio hasta llegar a los datos más recónditos, a los aspectos más desconocidos, a las vivencias más escondidas”.

Sobre la profundidad del trabajo realizado, siguió afirmando que Alfredo Marín "ha consultado nada menos que 18 archivos, ha completado su estudio con casi trescientas notas, y ha utilizado una bibliografía de más de cien títulos".

Terminó agradeciendo al autor la investigación realizada y animando a todos a profundizar en este personaje ciezano tan desconocido y deseando “que sigan surgiendo estudiosos que den abundantes frutos en la ardua tarea de dar a conocer la historia de este pueblo, porque un pueblo sin historia es un pueblo sin alma”.

A continuación, D. Alfredo Marín glosó la figura de D. Diego Tortosa, afirmando que:

“La vida de D. Diego Tortosa es una historia de autosuperación, un esfuerzo vital continuado por alcanzar sus anhelos profesionales y personales, cuyos principales pilares se asentaron en su extraordinaria capacidad para el estudio y su portentoso don para la oratoria. Con semejantes armas, el presbítero Tortosa siempre aspiró a lo más alto, teniendo por objetivo demostrar que sin parentelas ni padrinos se podía llegar lejos: además de doctor en Teología y Derecho Canónigo, sus dos mayores logros consistieron en lograr por oposición una canonjía en la catedral de Madrid y ser designado predicador de honor de S. M. Alfonso XIII.

A ello se suman otros elocuentes méritos y reconocimientos: catedrático de los seminarios de San Fulgencio de Murcia y del Conciliar de Madrid, académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid, socio de las academias de las Buenas Letras de Sevilla y Córdoba, fundador del Centro Murciano en Madrid, Hijo Adoptivo de la ciudad de Úbeda y tal vez la más sentida de sus titulaciones: Hijo Ilustre de Cieza”.

Según el autor, alcanzó méritos más que suficientes para haber alcanzado la mitra episcopal, algo que quizás se le negó pues “en una sociedad marcadamente clasista,  sus oscuros orígenes familiares lo desligaban del elitismo burguès o del abolengo aristocrático, patentes todavía en los altos cargos eclesiásticos de la época”.

14/04/2015 09:34:53