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LA DISLEXIA: CAUSA DE MÚLTIPLES PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

Según un artículo publicado en la edición digital de las Noticias de Gipuzkoa, la dislexia causa problemas de aprendizaje a 2.000 niños de educación infantil y primaria. Este trastorno es causa directa del fracaso escolar si no se diagnostica a tiempo.

Les tildan de vagos cuando no lo son. Suelen invertir las letras cuando tratan de escribir una palabra y el peor de los escenarios imaginables se dibuja cuando se ven obligados a leer en alto en clase. La dislexia crea problemas para leer y escribir al 3% de la población escolar, lo que afecta a unos 2.000 alumnos de Infantil y Primaria en Gipuzkoa. Este trastorno es causa directa de fracaso escolar en muchos casos y supone un enorme golpe en la autoestima del chaval, que puede llegar a marcarle de por vida. Sin tener una deficiencia intelectual, ni motriz, ni visual, la ansiedad que genera a estos alumnos tener que leer en alto es tan insoportable que "siempre les duele la tripa o la cabeza, excusas para justificar su inasistencia a clase", reconoce Silvia Lorente, presidenta de la Asociación de Logopedas del País Vasco. De los 3 a los 5 años, algunos niños experimentan un desarrollo lento del habla y dificultades de pronunciación, aunque no siempre tiene que haber problemas relacionados con el lenguaje oral. Realmente uno se da cuenta cuando surge el problema a partir de los ocho años, cuando "un alumno de 4º, 5º o 6º de Primaria no tiene capacidad para leer los textos que se le exigen ni está capacitado para realizar ningún examen, lo cual está muy relacionado con el fracaso escolar", incide la pedagoga. En este mismo rango de edad y hasta los once años, aproximadamente, confunde los números, las letras o cambia el orden de las palabras. De los doce años en adelante el disléxico tiene dificultades para concentrarse y le cuesta planificar su tiempo o se bloquea emocionalmente. LECTOESCRITURA El 3% de los escolares guipuzcoanos presenta este tipo de trastorno, aunque los profesionales advierten de que se dispara hasta el 30% el porcentaje de afectados por dificultades en lectoescritura que, tratados a tiempo, no presentan ningún problema. "Todos sabemos que hay niños que no pronuncian bien la erre. En ocasiones damos a los padres unos ejercicios para que los hagan en casa porque no merece la pena interrumpir el curriculum habitual del alumno para que salga a decir una erre", explica la pedagoga Merche Berdonce. Los centros escolares son los que hacen las demandas de estas necesidades educativas especiales. Berdonce, a través del Berritzegune de Donostia, es una de las pedagogas que atiende las llamadas de los colegios de esta zona. El problema, agrega Lorente, es el mensaje que ha calado en la sociedad: "Es muy vago porque a pesar de su inteligencia no le da la gana de escribir las letras bien". Ese tipo de opiniones, que en ocasiones pueden llegar a ser compartidas entre padres y profesores, llegan a hundir a un niño con este trastorno. "Por lo general, el profesor entiende que el niño padezca este tipo de dificultad, pero cuando se le dice que ese alumno necesita un año más que el resto de sus compañeros para llegar a ese mismo nivel, no lo entiende, lo que da lugar a más etiquetas de dislexia de las que corresponden", recalca Lorente. Asegura que el trabajo preventivo debe comenzar en Educación Infantil. "Aunque pueda parecer una edad temprana -hasta los seis años- se hace necesario porque los niños han dejado de jugar en la calle", en un cambio de costumbres que deja huella. "Un niño que chutaba el balón o jugaba a la goma desarrollaba la atención y la psicomotricidad de una manera natural, pero cada vez se da menos", lamenta la presidenta. Subraya, incluso, el hecho de que se haya extendido la costumbre de dar purés a los niños. "Parece una tontería, pero no lo es. Se les ofrece todo muy fácil, y se ha dejado de trabajar la musculatura facial, lo que está dando lugar a problemas en el lenguaje", asegura.

21/02/2007 13:04:24