En el Noroeste de la Región de Murcia, cerca del Calar de la Santa, hay un caserío llamado El Bajil, y junto a él está el Cerro de las Víboras, sobre el que encontramos las ruinas de un poblado prehistórico de la cultura del Bronce. Entre los restos hay un dolmen, descubierto en 1981 y parcialmente reconstruido. La geografía, la historia y la naturaleza de esta zona son muy ricas y permiten realizar una excursión interdisciplinar con los alumnos, que completamos con la visita a las pinturas rupestres del Calar de la Santa.
Para ver el plan de la excursión pincha en el enlace.

Plan de la excursión a Bajil.

Explicamos el acceso desde las principales ciudades de la Región.

Desde Caravaca de la Cruz
Desde Cartagena
Desde Lorca
Desde Murcia
Desde Yecla

Zona de rocas calizas, con muchos fósiles, importantes procesos erosivos eólicos y surgencias, Bajil presenta una estructura geológica clara y fácil de ver y de reconocer en un mapa geológico. La existencia del cerro rodeado de valles profundos por tres de sus lados lo hace muy interesante para realizar un corte geológico. Los usos del suelo están perfectamente integrados en el paisaje. Todo esto hace de Bajil un lugar ideal para trabajar la geología con los alumnos de Bachillerato

Aspectos geológicos de la zona del Bajil
Documento de María Jesús Suárez Arango. Geóloga

El itinerario recomendado incluye las siguientes posibilidades de trabajo para el área de Ciencias Naturales:
-Observación y descripción del paisaje mediterráneo.
-Reconocimiento y clasificación de los principales representantes de la flora y fauna de la zona.
-Recogida de muestras de agua en las dos balsas presentes para su estudio in situ y posteriormente en el laboratorio.
-Realización de actividades propuestas en el cuaderno de campo.
-Actividades de trabajo previas y posteriores a la salida.

Biología de la zona del Bajil
Documento de Francisca Castillo y Fuensanta Segura

Actividades de Biología
Documento de Fuensanta Segura y Francisca Castillo

La geografía de Bajil ofrece la posibilidad de ver un entorno apenas modificado por la acción antrópica. Un caserío con una docena de habitantes, una explotación agraria extensiva industrial (espliego para producir esencia que se vende a la industria química y farmacéutica), una zona de huerta para autoconsumo, y una leve actuación para conducción de agua, además de los caminos son las únicas señales de la presencia del ser humano

Las primeras señales de presencia humana en esta zona nos llevan hasta el Neolítico: útiles líticos y pinturas rupestres muy bien conservadas. Pero destaca sobre todo el poblado calcolítico del Cerro de las Víboras y otros yacimientos de la edad del Bronce. En época romana se convirtió en zona de paso (cerca pasaba una calzada romana), y con el crecimiento de Moratalla como ciudad principal se fue despoblando este lugar, lo que ha permitido la conservación de los restos arqueológicos.

Pincha aquí para ampliar el contenido