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Nómadas.

Se llama Juan de Dios, pero podría llamarse Ulises, o Dylan Thomas, o incluso Horacio Oliveira, porque todos los buscadores se camuflan bajo distintos disfraces pero cobijan la misma temperatura de alma. Dice ser un nómada (y así ha titulado su último libro), pero quién no lo es en el ancho mundo inabarcable del ser y de la poesía. Con poemas breves, en prosa y en verso, Juan de Dios construye una catedral lírica con las piedras de la belleza y con la argamasa del escepticismo.

De ahí que una de sus voces nos comunique, nada más empezar la obra, que va a componer un libro con el único objeto de quedarse a vivir dentro (página 11), como la niña de provincias que fue Blanca Andreu quiso quedarse a vivir dentro de un Chagall. Pero no se trata de un proyecto estático, sino de una indagación en marcha (work in progress), que le impulsa siempre a continuar, venciendo las tentaciones de la molicie o el conformismo (¿La vida nos invita a seguir buscando, a empujar los límites, a desear la rosa aunque después nos diga que sólo hay cipreses¿, página 14). La vida, sí, está ahí afuera, burbujeando, mostrándose. Y el poeta es la persona que desplaza sus ojos sobre ella, transformándola en palabras; porque aunque hay desencantados que opinan que ¿todo ha sido escrito ya¿ (página 54), el Grial se descubre todos los días. Y de ese modo es normal que alguien como Juan de Dios García, tan inteligente como sensible, escriba textos tan hermosos como ¿La cama¿, que no me voy a privar de reproducir, dada su brevedad: ¿Descubro que todo es transición, / que el hombre / es un lazo de cristal / en el tiempo. / Siento a padre, me agarra / las manos, agonizante, / y miro a su nieto / ejecutando la misma tarea / con nuestro dedo meñique¿ (página 17). O que nos dicte en el último poema de la obra las tareas que debe ejecutar con fervor un escéptico. Entre ellas, ¿Desafiar a Dios todos los días y, con ello, definir el mundo¿ (página 67). No obstante, el libro contiene una mentira que conviene desenmascarar aquí. Dice el poeta en uno de sus textos que su única arma es la terquedad. Y con ese dictamen no podemos en modo alguno mostrarnos conformes. Su otra gran arma es el talento poético, que lo tiene a raudales. El profesor Juan de Dios García (que imparte clases en el instituto Las Salinas del Mar Menor) es una voz de notable envergadura, y por eso obtuvo con ¿Nómada¿ el primer premio en el XIII Certamen de Poesía María del Villar. No sería mala idea que comenzásemos a habituarnos al nombre de este poeta. Rubén Castillo Gallego. Título: ¿Nómada¿. Autor: Juan de Dios García. Editorial: Fundación María del Villar. Tapa Blanda. Número de páginas: 71. ISBN: 978-84-95173-18-8. Plaza de edición: Navarra. Año de edición: 2008.

09/02/2009 16:53:35