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INMACULADA INSOLACIÓN
"Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar."
Arthur Schopenhauer
El Sol desde la más remota antigüedad, es identificado como una deidad de la que dependemos estrechamente, como fuente de vida, de calor, regidor de los ciclos naturales y, sin ninguna duda, del clima. Los antiguos egipcios lo adoraron como a su principal dios y toda su religión y monumentos están inspirados en él, fueron los primeros en "descubrir", mediante la observación astronómica, el calendario solar y los griegos del Egipto ptolemaico lo usaron para medir el tamaño de la Tierra o la distancia de la Luna (ver histórico de esta sección). El propio Aristóteles consideró al Sol como manifestación de la perfección divina y esta concepción heredada por el cristianismo perduró hasta que la ciencia lo puso en su lugar.
Los chinos (también antiguos) hacia el 28 a.de C., dejaron registrada la observación, hecha seguramente cuando el sol cerca del horizonte y atenuado su brillo por la niebla (niños nunca miréis directamente el Sol), de que había pequeñas manchas en el disco solar, pero de esto no se enteraron en occidente ni tuvo ninguna consecuencia para los chinos. En cambio a comienzos del siglo XVII en Europa en plena discusión sobre la obra de Copérnico que situaba el Sol en el centro del universo, la observación de manchas en el Sol si que tuvo consecuencias.
Galileo afirmó ser el primero en observarlas y dio a conocer su hipótesis de que formaban parte de la superficie solar y giraban con éste (el hecho de que un astro gire reforzaba la idea de que la Tierra gira), utilizó el telescopio para ver las manchas dibujo sus sucesivas posiciones y como al llegar al borde se veían con el escorzo que les daba la esfericidad del Sol. El padre jesuita Cristof Scheiner disputó a Galileo el descubrimiento de las manchas, pero la ortodoxia cristiana le hizo postular que eran pequeños astros que giraban en torno al sol permaneciendo la pureza del astro rey, esta controversia y las que la acompañaban, llevaron a Galileo a casi quemarse aunque no por el Sol precisamente.
Ya en el siglo XIX un astrónomo aficionado, que por su trabajo sólo podía observar de día, llamado Schwabe descubrió que la aparición de manchas seguía un ciclo (de 11 años) desde la desaparición de manchas hasta un ápice de máxima cantidad y un decrecimiento hasta desaparecer, posteriormente Lamont midió el campo magnético solar y encontró que su intensidad se acoplaba al ciclo de las manchas y probablemente era debido a que el Sol no gira como un cuerpo compacto sino unas partes giran a diferente velocidad que otras. A finales del XIX el astrónomo Edgar Maunder tras estudiar los registros históricos de manchas solares (ver figura) descubrió que entre 1645 y 1715 hay un largo periodo en el que se observa que no hay manchas, este periodo es el llamado ¿mínimo de Maunder¿ y coincide con un periodo especialmente frío (Pequeña Edad del Hielo) con crisis económica incluida. Posteriormente, se supo que midiendo la cantidad del carbono 14 (los ciclos solares se reflejan en la mayor o menor presencia de este isótopo radioactivo) en los anillos de los árboles se podía seguir estudiando los ciclos solares incluso en periodos muy antiguos donde no existían observaciones, comprobándose la existencia de un ciclo mayor que contemplaba varios mínimos como el de Maunder, relacionados con cambios en la temperatura media de la Tierra con periodos cálidos y gélidos alternándose. Existe la hipótesis de que un "mínimo" se produce cuando el Sol logra girar de una forma homogenea durante un tiempo. De hecho se ha calculado que la radiación solar disminuye y aumenta en torno al 0.24% provocando cambios de temperatura capaces de enfriar la temperatura estratosférica y modificar directamente la circulación estratosférica e, indirectamente, la circulación troposférica, o sea cambiando el clima.
El calentamiento del planeta y el cambio climático, está en boca de todo el mundo, hace más calor, el cambio climático, llueve más, el cambio climático, hace frío, el cambio climático, el grajo vuela bajo el cambio climático. El clima se determina a través de obtener la media de los parámetros del tiempo atmosférico durante cientos de años, y si cambia, ¿se debe a la actividad humana?. La emisión de gases de "efecto invernadero"(el principal, aunque no se suele decir, es el vapor de agua) o posiblemente influyen más las ventosidades de los rumiantes (metano); sin embargo la emisión de polvo en suspensión y humos reflejan luz solar y tenderían a enfriar la atmósfera.
Seguramente es necesario reducir la contaminación reducir emisiones de gases ¿invernadero¿ mantener los bosques tropicales y los de las demás latitudes, pero posiblemente somos demasiado vanidosos y la realidad es que es el Sol el que domina el clima y ante eso no podemos hacer nada salvo esperar que le cambie el periodo.
Sebastián García Sánchez
11/12/2005 21:22:28
