AMPLIACIÓN CONTENIDO
Los sucesivos Universos, la evolución del Cosmos y el desplazamiento espectral

Repulsión

"El hombre es la medida de todas las cosas"
Protágoras

La historia de la astronomía, es la historia de una expulsión. En la antigüedad el ser humano pensaba que nuestro mundo es el Centro del Universo; cuando comprendió que la tierra era una esfera, ésta ocupaba el Centro y hasta el Sol, un dios para muchos, giraba en su torno.
Con Copérnico el Sol fue ubicado en el Centro, al fin y al cabo, es nuestro Sol por lo que seguimos viviendo en una zona de categoría; incluso las demás estrellas, soles como el nuestro parecían tener un movimiento propio en función de la mayor o menor distancia al Sol, pero con el tiempo y el progreso de la observación astronómica el Sol se fue convirtiendo en una estrella vulgar sin notoriedad alguna entre las gigantes rojas y las enanas blancas y con la mejora de los aparatos ópticos la fotografía astronómica y la espectrografía nos fuimos dando cuenta de que nuestro universo tenía un núcleo mucho más poblado y brillante en dirección a la constelación de Sagitario y que nuestro Sol con su sistema solar y nuestras pobres personas estábamos a las afueras de un gran remolino de estrellas que gira en torno del brillante núcleo, oculto éste a nuestra vista por nebulosas de polvo que solo nos permiten ver una parte de su esplendor; lo que llamamos la ¿Vía Láctea¿ o ¿Camino de Santiago¿ (los piadosos peregrinos de la Edad Media que viajaban a Galicia se orientaban por la Galaxia). Pero ni siquiera nuestro universo era todo el universo, había otros universos isla como el nuestro con formas espirales, ovaladas, irregulares, pequeñas galaxias como las nubes de Magallanes que giran en torno de otras galaxias mayores.
Aunque en un principio pareciese que la nuestra es la mas grande, pronto hasta eso se nos quitó. Los astrónomos observaron una cantidad inusual de estrellas ¿novas¿(estrellas que de pronto brillan muchísimo y luego desaparecen dejando una tenue enana blanca, una invisible estrella de neutrones o un agujero negro (los dos últimos en caso de supernovas)), en ciertas zonas del cielo denominadas nebulosas y que se pensaba que eran acumulaciones de polvo o gas interestelar que podían dar origen a nuevas estrellas o incluso restos de explosiones de estrellas como la Nebulosa del Cangrejo (M1 en el catálogo Messier o NGC 1952 en el catálogo de Dreyer); el gran filósofo I.Kant postuló que algunas de esas nebulosas eran otros universos isla como el nuestro en vez de objetos más cercanos que creían la mayoría de astrónomos.

A principios del siglo XX aún vivíamos en un lugar más o menos céntrico. En "El lado oscuro de la luz" de esta misma sección ya hablamos de que los elementos simples se pueden calentar hasta que emiten luz y que pasando esa luz por prismas (como hacía Newton) se puede descomponer en los colores del "espectro"; en esos espectro aparecen líneas oscuras de distinta distribución y grosor que son como el carné de identidad de dicho elemento y todos los elementos químicos tienen ese carné peculiar que los identifica cósmicamente; de la misma forma si analizamos el espectro de la luz de las estrellas podemos saber muchas cosas, que elementos forman la estrella, la temperatura..., si pasamos la luz de la Luna o la de Júpiter, veremos que esa luz es la del Sol que se refleja.
El astrónomo americano Edwin Hubble, en 1924 observó una estrella variable cefeida en la nebulosa de Andrómeda y por tanto pudo establecer la distancia de ésta que resultó en principio en más de 800.000 años luz (en la actualidad sabemos que está a unos 2.000.000 de años luz), estaba pues mucho más lejos que cualquier estrella hasta entonces medida la distancia, por lo tanto era otro universo isla lo que ahora llamamos otra galaxia y aunque al principio se midió como más pequeña, es en realidad más grande que la nuestra, la nebulosa de Andrómeda es pues el único objeto extragaláctico que podemos ver a simple vista (sabiendo donde mirar) en el hemisferio norte.
Pero la cosa no quedó ahí Hubble con su Telescopio de Monte Wilson (reflector de 254 cm. de espejo con equipo foto-espectrográfico) estudió la luz de otras nebulosas que eran galaxias exteriores a la nuestra y descubrió que la mayoría de ellas se alejaban de nosotros, y que cuando más lejos estaban más rápido huían .
Cuando estamos en una carretera recta y solitaria oímos acercarse un automóvil (iiiIIIHAOOooo) notamos un cambio de tono entre cuando se acerca, que se oye más agudo (iiiIIIH), y cuando se aleja, que se vuelve grave (AOOooo).
Esto es debido al comportamiento de las ondas de sonido, el objeto emisor en movimiento las comprime hacia delante y las separa por detrás; la luz también tiene un comportamiento ondulatorio y al analizar su luz con el espectroscopio, podemos saber si el objeto que emite esa luz se está alejando o acercándose, las ¿barras¿ oscuras se desplazan, sin romper el esquema que forman, hacia el extremo azul si se acercan, o hacia el rojo si se alejan y Hubble descubrió que casi todas las galaxias se alejan de nosotros y además cuando más alejadas están mayor es la velocidad de alejamiento, como en el ¡¡¡BHOOUUUUMMM!!! final de una demostración pirotécnica, donde todas las partes se apartan unas de otras como si hubieran visto al diablo. Así pues se acuña el concepto de Universo visible ya que a cierta distancia las galaxias se alejarían a la velocidad de la luz y por tanto nunca se podrán ver; además cuando más lejos vemos más atrás en el tiempo nos remontamos de forma que podemos llegar a ver los comienzos del Universo.
Bueno al menos estamos en el centro de la gran explosión, pues tampoco porque desde cualquier parte de universo parece que el resto se aleja de todas las demás partes como si el principio de todo hubiese sido una gran explosión y los pedazos con nosotros en uno de ellos siguieran alejándose.
Hubble es otro gran gigante de la ciencia, uno de los números mágicos que rigen el mundo es la "constante de Hubble" de la que conocemos la fórmula aunque aún no el resultado, el cálculo más reciente realizado en agosto de 2006, utilizando datos del Observatorio de rayos X Chandra orbital de la NASA: 77 ± 15%(km/s)/Mpc.

Sebastián García Sánchez.

20/04/2009 10:24:37