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ECOS DE VELAZQUEZ

ECOS DE VELAZQUEZ

Sala Cajamurcia Belluga Del 15 de abril de 2008 al 8 de junio de 2008 De martes a sábados: abierto de 11:00 a 14:00h. y de 18:00 a 21:00h. Domingos y festivos: abierto de 11:00 a 14:00h. Lunes: cerrado

En 1649 Velázquez emprende su segundo viaje a Italia. Mandado por Felipe IV, debe cumplir varios encargos entre los que figura el de adquirir estatuas que decoren las estancias del Alcázar de Madrid. Con este motivo, como agente del rey, visita las más importantes colecciones de escultura clásica que existían en Roma en el s XVII y selecciona algunas piezas de las que manda realizar vaciados en bronce y en yeso a los mejores formadores y fundidores de Roma. Una vez trasladadas las copias a Madrid, permanecieron en el Alcázar hasta 1734, cuando se produce un incendio que causó graves daños a muchas de ellas. Aquellas que consiguieron ser rescatadas fueron recogidas nueve años más tarde por Giovanni Domenico Olivieri para que sirvieran como modelo en la escuela de dibujo que estaba formando en el propio palacio. Esta pequeña academia se desarrolló constituyendo el núcleo de lo que en 1752 se convertiría en la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Fernando. Dentro de esta institución, los vaciados en yeso tendrán una larga vida, pues formarán parte del proceso de aprendizaje de los artistas, utilizados como modelos en dibujos y esculturas. Entre las piezas más emblemáticas traídas por Velázquez de Roma se cuenta una copia en yeso del conocido como Gladiador Borghese, que recibe su nombre de la noble familia que la tenía en propiedad. Se trata de una escultura helenística de gran fuerza y calidad técnica que representa a un varón en actitud de combate, empuñando una espada y con un escudo, ambos perdidos. La escultura se consideraba una de las más famosas de la Roma de la época, y aparece reproducida en los grandes repertorios escultóricos, como los de F. Perrier, Segmenta nobilium Signorum et Statuarum (1638) y P. A. Maffei, Raccolta di statue antiche e moderne data in luce da Domenico de Rossi (1704). Tras decorar las bóvedas de Ticiano en el Alcázar, el yeso del Gladiador llega a la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando, donde sirve de modelo de dibujos, grabados y reducciones escultóricas por parte de los alumnos. La exposición ilustra el proceso de la vida de esta pieza, desde su vaciado en Roma por Velázquez hasta su ubicación definitiva en la Academia.

23/05/2008 11:52:36