Exposición de nuestra compañera Rosana Sitcha

“Transeúntes urbanos” es un proyecto donde se combina, de forma paralela, dos de mis temas más preciados y sobre los que he elaborado innumerables obras y proyectos a lo largo de mi trayectoria artística: el paisaje urbano y el retrato femenino.

 En los paisajes urbanos, las escenas nunca están desiertas, pero si sorprendentemente silenciosas. Sus personajes siempre están ahí, bien paseando, en el interior de un comercio, en el coche, o en aquella cabina desde donde se puede llegar a cualquier parte del mundo.  

En cuanto al retrato femeninos, en esta ocasión, pertenecen a dos series llamadas “Frágiles” y “Volátiles”. 

 

Pero en esta ocasión, aunque mi atención va a estar centrada, especialmente, en la relación y el conflicto entre la ciudad y el ser humano, por medio de la interacción y, a la vez, independencia de ambas facetas temáticas, los planteamientos son más realistas. En esta ocasión los colores no reducen a la abstracción el paisaje urbano. Por un lado encontramos el estudio del paisaje urbano configurado por la conglomeración arquitectónica, y, por otro, la extrapolación de los transeúntes de la urbe para ser analizados como seres individualizados. “En esta exposición la capital española y su representación dominan una parte de la creación plástica  e la muestra. A pesar de la agitada vida de Madrid, sus gentes y sus acciones parecen minúsculas – casi ignoradas dentro de la escenografía- , rodeadas por un halo de silencio y paralizadas por la fugacidad del tiempo. Pero ¿qué da la esencia a las ciudades?, ¿cuál es el verdadero sentido de ellas?: el bullicio de las personas que andan por sus calles, que pasean con sus vehículos y llenan sus vías con su anónima presencia.”  “Sin embargo, cada persona es un hombre individual, un ser en sí mismo, y por este motivo Sitcha extrae -dentro del contexto de la metrópoli- a los personajes para analizarlos con detenimiento en retratos de gran formato. Es ahí, donde las mujeres pasan de ser meros componentes de la ciudad a ser las verdaderas protagonistas de ella. Su anonimato queda atrás, pues muestran sus vivencias y sus deseos a través de la representación de su rostro y la introspección de su alma, con la intención de que el espectador se sienta identificado con ellas. La sensibilidad femenina de la pintora le lleva a explotar - como nadie- la transparencia emotiva de la mujer. Los retratos son, en realidad, un estudio psicológico de sus musas, centrados en la expresión del gesto de sus caras, pues - como afirma la autora- “sus sentimientos, que las desnudan ante la inmensidad que las rodea, salpican, cada uno de mis cuadros. Sumergidas en sus pensamientos e inmersas en el silencio de la soledad, yo he de ser capaz de transformar, en matices de color, cada parte de ellas”. (Luz María Gilabert.)

Recibid un cordial saludo.

Rosana Sitcha.

07/05/2014 17:24:33