Para las administraciones públicas, dentro de sus respectivas competencias, constituye una obligación ineludible restablecer los servicios esenciales para la comunidad tras un desastre o catástrofe. Así, tras el terremoto de Lorca de mayo de 2011, el objetivo prioritario de las actuaciones de la Consejería de Educación, Formación y Empleo fue restaurar con prontitud los servicios educativos para propiciar, en la medida de lo posible y en el ámbito de sus competencias, la vuelta a la normalidad de la comunidad educativa.

La Dirección General de Planificación y Ordenación Educativa contribuyó en este proceso poniendo en marcha un programa de intervención psicopedagógica que, con carácter urgente, fue aplicado en los centros educativos de Lorca conforme se reanudaba la actividad académica. Se trataba de favorecer la readaptación a la nueva situación y apoyar desde un punto de vista psicológico y pedagógico al alumnado y a la comunidad educativa lorquina tras la experiencia de crisis traumática vivida.

La perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido desde aquel día fatídico permite la reflexión y la valoración más objetiva del trabajo realizado, y a la vez evita que la rememoración del desastre sea retraumatizadora. Quizá sea este, por ello, un momento oportuno para exponer el desarrollo que tuvo el referido programa para ofrecer un modelo contrastado de intervención y extraer las pertinentes conclusiones sobre su aplicación. De este modo, para que en caso necesario pueda ser aplicado en otros contextos y situaciones de crisis provocadas por desastres naturales, se presenta un programa que aúna la justificación conceptual y normativa con el relato, el análisis y la valoración de su aplicación en la situación dramática para la que fue específicamente elaborado.

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