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España adopta tortugas de Cabo Verde

Más de 240 crías de tortugas bobas ("Caretta caretta") serán liberadas este verano en las playas del parque natural de Cabo de Gata (Almería), con el objetivo de que un día retornen hasta allí a poner sus nidos y, de este modo, la especie vuelva al Mediterráneo.

Las crías, de un año, proceden de los 400 huevos trasladados el año pasado desde las playas de la isla de Boavista (en Cabo Verde), donde desde hace 15 años un grupo de investigadores españoles pelean para que las tortugas no desaparezcan definitivamente de los mares, dado que sus 50 kilómetros de costa es el único lugar del Atlántico oriental en el que aún ponen huevos.
En un primer momento, los huevos fueron enterrados en las mismas playas donde ahora serán soltadas y allí nacieron las tortugas, que fueron luego trasladadas a un acuario. "El objetivo es que crezcan antes para que su caparazón sea más duro y pudieran tener más posibilidades de sobrevivir a la depredación de otras especies y a accidentes", explica Adolfo Marco, el director del proyecto de la Estación Biológica de Doñana (CSIC).
Al mismo tiempo, el equipo tiene previsto traer otros 500 huevos este año desde Boavista, donde ahora está siendo la puesta de la "Caretta caretta", de los que 350 también serán enterrados en cinco nidos en Cabo de Gata y el resto se incubará en Doñaña para su estudio. En dos meses, aproximadamente, nacerán la tortugas, que se liberarán en 2010, como viene ocurriendo en los tres últimos años.
Una vez en el mar, las tortugas pueden tardar hasta 20 años en regresar a las playas en las que entraron en el agua, gracias a una especie de navegador GPS interno que les permite recordar el lugar con una precisión asombrosa, de ahí que sea necesario su traslado antes de nacer hasta Andalucía y Canarias para que puedan regresar.
En total, entre ambas comunidades autónomas hay unos 15 nidos. Marco explica que ello significa que se salvan el equivalente a 8.000 porque «por cada nido que que se trae a España, se salvan 100 de allí, un 1%, porque en Cabo Verde se destruyen muchos y cazar tortugas para comer es habitual, aunque esté prohibido».
En todo caso, el investigador recuerda que "hasta dentro de 15 o 20 años no se podrá saber si el proyecto ha tenido éxito y las tortugas vuelven a las costas españolas", pero considera que el riesgo merece la pena. Además, todas las crías son liberadas con un chip que permitirá su identificación cuando regresen y algunas tienen también un dispositivo de ultrasonido que permite hacerles un seguimiento.
Pero tan importante como su reintroducción en nuestro litoral es su conservación en el lugar de origen, en Boavista, donde desde hace 15 años existe un proyecto de conservación organizado por el investigador canario Luis Felipe López. Allí, en las playas de Ervatao, y de Puerto Ferreira, además de recogerse los huevos, se favorece su supervivencia con cuidados especiales durante la incubación.
Para Marco "la única forma de que no desaparezca la especie es proteger sus zonas de nidificacion y no cazarlas", algo que reconoce que es complejo en un país donde muchas familias no tiene para comer, pero también es más barato que salvarles de la pesca en el mar.
La solución pasa por educar y concienciar, y por ello el proyecto incluye sensibilización de los niños y jóvenes y la cooperación social. Recientemente, una organización británica y otra alemana se han unido a esta lucha por la conservación de la especie.

Fuente Rosa M. Tristán.

26/08/2009 13:45:31