ESPERMATOFITAS
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En esta División encontramos
plantas bien adaptadas al medio terrestre.
En ellas observamos las partes típicas de
una planta cormofita, es decir,
raíz, tallo y hojas. Sin
embargo, su característica más
representativa es la de formar semilla,
composición formada por el embrión y otras
estructuras con la función de proteger y
alimentar al embrión, además de otros
tejidos que le proporcionan alimento y
protección.
Al igual que en las
divisiones anteriores, las espermafitas
presentan un ciclo
diplohaplonte,
con una fase de gametofíto y una fase
de esporofito. La fase de gametofito
se encuentra muy reducida, siendo el
gametofito masculino el grano de polen
y el
gametofito femenino el saco embrionario,
ambas, estructuras microscópicas. El
esporofito se encuentra muy desarrollado y,
en él, podemos distinguir raíz, tallo y
hojas. Esta conformación puede alcanzar en
algunas especies un porte elevado y
crecimiento secundario en grosor.
Se producen diferenciaciones
en distintos tejidos, como en tejidos
conductores y tejidos con función de sostén
de la planta. Otra característica en el
esporofito es el desarrollo de la flor.
Esta estructura sirve de protección a los
gametangios y favorece la fecundación. La
adaptación al medio terrestre radica en que
la fecundación se produce sin necesidad de
agua en el medio. El grano de polen
transportado por el aire o por los animales
alcanza el saco embrionario y los
anterozoides discurren por el tubo polínico
hasta la ovocélula.
Las Espermatofitas se dividen
en
Gimnospermas y
Angiospermas.
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