| El hambre El Lazarillo de Tormes |
\u00ABSent\u00E9me al cabo del poyo, y, por que no me tuviese por glot\u00F3n, call\u00E9 la merienda. Y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado se\u00F1or m\u00EDo, que no part\u00EDa sus ojos de mis faldas, que aquella saz\u00F3n serv\u00EDan de plato. Tanta l\u00E1stima haya Dios de m\u00ED como yo hab\u00EDa d\u00E9l, porque sent\u00ED lo que sent\u00EDa y muchas veces por ello pasado y pasaba cada d\u00EDa. Pensaba si ser\u00EDa bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que hab\u00EDa comido, tem\u00EDame no aceptar\u00EDa el convite. Finalmente, yo deseaba aquel pecador ayudase a su trabajo del m\u00EDo y se desayunase como el d\u00EDa antes hizo, pues hab\u00EDa mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo. Porque como comenc\u00E9 a comer y \u00E9l se andaba paseando, lleg\u00F3se a m\u00ED y d\u00EDjome: -D\u00EDgote, L\u00E1zaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre y que nadie te lo ver\u00E1 hacer que no le pongas gana aunque no la tenga. "La muy buena que t\u00FA tienes -dije yo entre m\u00ED- te hace parecer la m\u00EDa hermosa." Con todo, pareci\u00F3me ayudarle, pues se ayudaba y me abr\u00EDa camino para ello, y d\u00EDjele: -Se\u00F1or: el buen aparejo hace buen art\u00EDfice. Este pan est\u00E1 sabros\u00EDsimo y esta u\u00F1a de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habr\u00E1 a quien no convide con su sabor. -\u00BFU\u00F1a de vaca es? -S\u00ED, se\u00F1or. -D\u00EDgote que es el mejor bocado del mundo y que no hay fais\u00E1n que as\u00ED me sepa. -Pues pruebe, se\u00F1or, y ver\u00E1 qu\u00E9 tal est\u00E1. P\u00F3ngole en las u\u00F1as la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo m\u00E1s blanco. Y asent\u00F3seme al lado y comienza a comer como aquel que lo hab\u00EDa gana, royendo huesecillo de aquellos mejor que un galgo suyo lo hiciera.AN\u00D3NIMO: Lazarillo de Tormes. |