Huelga en la bibioteca

 

 

La voz exaltada de El árbol fantástico provocó un revuelo general en las muchas estanterías de la biblioteca.

-Pero, ¿qué es lo que ocurre aquí? -preguntó El viejo libro de la sabiduría.

Todos los habitantes de la biblioteca respetaban mucho a El libro de la sabiduría, por eso, al oír su voz, cesaron inmediatamente los murmullos. Sólo El árbol fantástico se atrevió a contestar.

-Todo empezó con un "psss, psss".
-¿Con un "psss, psss"?... No entiendo nada.
-Es muy simple. Lo que ocurre es que nuestro joven Aventuras en el mar parece no darse cuenta de que cuando reina un ambiente de silencio en la biblioteca es que debe de haber una buena razón para ello y que, por lo tanto, no conviene levantar la voz.

Aventuras en el mar intentó defenderse, pero sus quejas fueron ahogadas por la voz de El árbol fantástico, quien parecía no querer ceder la palabra a nadie.

-Comprendo que casi acabas de llegar y que por eso no conoces nuestras costumbres, pero tienes que entender que aquí nos gusta mucho el silencio.

No, el inquieto Aventuras en el mar no podía comprender aquello, y cuando por fin le dejaron hablar intentó explicar sus ideas.

-¿Y cómo es que no os aburrís? Yo siempre he creído que las bibliotecas eran unas ciudades visitadas por muchos humanos que buscaban en nosotros, los libros, historias que les abrieran a otros mundos.
-Y así es -afirmó El viejo libro de la sabiduría.
-Entonces, ¿por qué nadie viene a esta biblioteca?"

 

BUHIGAS, María Fernanda: Huelga en la Biblioteca. Dirección General de Publicaciones del CNCA/Montena, 1991, ISBN 970-05-0112-4.