Una vez que
ya poseemos la noción de calor y temperatura y de cómo se mide
esta última, podemos preguntarnos ¿cómo se calientan los cuerpos?
¿El aumento de temperatura es proporcional a la energía que le suministramos
en forma de calor?.
En la siguiente
escena tratamos de abordar estas cuestiones. Se dispone de una sustancia
que se calienta mediante un calefactor cuya potencia, en W, podemos
elegir mediante el oportuno control; también puede elegirse la masa
de sustancia que calentaremos, así como su temperatura inicial. Mediante un
termómetro puede seguirse el aumento de temperatura de la sustancia,
quedando registrado el tiempo, en cuya parte derecha se representa
gráficamente la temperatura frente al tiempo (curva de calentamiento).
En esta escena se ha elegido por comodidad al agua como sustancia
de trabajo.
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