En la escena
anterior hemos empleado el agua. ¿Hubiéramos obtenido los mismos resultados
con otras substancias?
Es sabido, por
ejemplo, que cuando una cuchara metálica se deja en un plato de sopa
caliente su temperatura sube rápidamente, lo que no ocurriría si la
cuchara fuese de madera. Esta constatación y otras análogas llevaron
a definir una magnitud característica de un cuerpo de acuerdo a su
naturaleza, el calor específico:
Calor
específico es la energía necesaria que la unidad de masa de un cuerpo
ha de intercambiar con el entorno para variar su temperatura en un
grado; sus unidades son J/kg oC en el Sistema Internacional,
aunque en el laboratorio es muy frecuente emplear la caloría/gºC ,
donde la caloría es el calor necesario para que un gramo de
agua aumente un grado su temperatura.
En la siguiente
escena comparamos el calentamiento del agua y el del alcohol etílico. |