Todos sabemos que un cuerpo caliente tiende a aumentar la temperatura
de los cuerpos que lo rodean, mientras que un cuerpo frío provoca
una disminución de temperatura a su alrededor. En términos más
rigurosos podemos afirmar que, cuando dos sustancias a
diferentes temperaturas se encuentran próximas, se produce entre ellas
un intercambio de energía que tiende a crear el equilibrio térmico,
que se produce cuando ambas temperaturas se igualan.
De acuerdo
con el Principio de Conservación de la Energía el intercambio energético
neto entre los dos sistemas y el entorno sería cero, y restringiéndonos
al caso más sencillo, que es un caso ideal, podría expresarse la situación
diciendo que el calor cedido por el sistema caliente al enfriarse
es justamente el calor absorbido por el sistema frío al calentarse.
En este
caso ideal aún puede hacerse una simplificación más: que únicamente
se consideren las sustancias calientes y frías y no los recipientes,
que se considerarían recipientes adiabáticos ideales, cuyas paredes
con el exterior serían perfectos aislantes térmicos; el caso real
más parecido sería un termo o un saco de dormir con relleno de plumas.
En la escena que proponemos
las dos sustancias intercambian calor por el tabique que las separa. |