La definición que hemos dado de temperatura es poco práctica porque no es posible medir la energía de cada partícula para hallar su valor medio. Afortunadamente, hay propiedades observables de los cuerpos que varían con la temperatura. Son conocidos los efectos de la variación de la temperatura de un cuerpo en alguna magnitud característica de éste, tal como su longitud, su volumen o bien la resistencia eléctrica en el caso de un conductor.
Es
esta circunstancia la que se utiliza para fabricar un termómetro, haciendo
corresponder el valor de la magnitud utilizada, denominada termométrica,
con la temperatura correspondiente. Así, en el conocido termómetro
de mercurio se hace corresponder la altura de la columna de mercurio
con la temperatura, o en el caso de los termómetros digitales se utiliza
un circuito eléctrico en el que una resistencia eléctrica es muy sensible
a las variaciones de la temperatura.
En la siguiente escena se presentan inicialmente tres termómetros
idénticos: uno de ellos se encuentra a 0ºC (temperatura de congelación
del agua); otro termómetro se encuentra a 100 ºC (ebullición del agua).
El tercer termómetro, en el centro, se encuentra a una temperatura To, desde
- 10 ºC hasta 100 ºC, que se puede fijar por el usuario.
Mediante el control T puede elegirse la temperatura del dispositivo
con temperatura constante, termostato, en el que colocaremos el tercer
termómetro para medir su temperatura; mediante el correspondiente control
se puede colocar, o no, el termómetro en el termostato. Un cuarto
control, H, permite visualizar a que altura sube la columna de líquido
cuando el termómetro se encuentra en el termostato.
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