Del mismo modo que los satélites artificiales giran alrededor de la Tierra debido a la fuerza gravitatoria de nuestro planeta, los planetas giran en torno al Sol. Este hecho que hoy nos parece trivial, tardó muchos siglos en establecerse.
Desde la Grecia antigua hasta la época renacentista, la opinión de los sabios se inclinaba por el Universo geocéntrico, con todos los astros girando en torno a la Tierra. A partir de Copérnico y Galileo, con no pocas dificultades, se impuso el modelo heliocéntrico, pasando a ocupar el Sol el centro del Sistema.
En la siguiente escena, puedes ver una simulación del más perfeccionado de los modelos geocéntricos, el de Tycho Brahe, y el modelo heliocéntrico de Copérnico.
|