PASEANDO POR LA RUTA DE LOS DINOSAURIOS
Por Alfredo Castilla Wandosell
" Dedicado a Belén"
INTRODUCCION
Cuantas veces nos ha invadido el deseo de viajar a lugares fantásticos y vivir una aventura. Pues bien,
para los más intrépidos hay va un relato que recomiendo no perderse.
Todo comienza a primeros de un mes de Julio, cuando mi novia Belén y yo decidimos escaparnos y realizar
un viaje al norte.
Partimos en autobús desde Cartagena y haciendo escalas en Madrid y Oviedo finalmente llegamos a Ribadesella,
lugar de destino.
Hay un refrán que dice "A cada uno lo suyo", pues bien, no estaría nada bien si no dedicara unas palabras al sitio que
nos acogió; Ribadesella es una villa con un marcado carácter turístico por excelencia. Destacan entre otros la cueva de
Tito Bustillo, su paseo marítimo así como su fantástico puerto pesquero en el que desemboca un Sella, del cual
recomiendo hagan su descenso en piragua, el divertimento está asegurado para toda la familia, y que decir de ese
Cantábrico que se abre ante nosotros... creanme para quien lo vive y visita es algo fantástico.
A los más aventureros, no olvidarse el chubasquero, el tiempo cambia rápidamente por estos lindes.
Cada mañana, con los primeros rayos del alba, cogíamos las mochilas y demás bártulos y nos dirigíamos a la
estación de autobuses de la villa desde donde partíamos a los distintos puntos previstos a visitar, todo sea dicho,
existe una muy buena combinación para acudir a todos los destinos (Llanes, Tereñes, Colunga,...).
Sitios estos que dejaron una huella imborrable en nosotros, no sólo por los yacimientos visitados en cuestión, o
por las anécdotas vividas, sino por la gratitud de sus gentes. Por cierto para visitar los distintos lugares, sólo
hay que seguir las instrucciones del guía correspondiente o simplemente seguir las indicaciones del panel explicativo.
Parece gracioso pensar que estas zonas que hemos estado pisando durante unos días fueron en su tiempo ruta de
inmensos colosos.
Bien, pues decir que el número en huellas que encontramos fue elevadísimo, además, estas eran de una grandísima
calidad, a pesar de estar expuestas al son de las mareas o del oleaje que muchas veces debido a su virulencia dejan
una marcada "huella", nunca mejor dicho, en ellas,...en fin, creanme, es algo que debe visitarse para ver y saber de
que hablo.
Para este año, creo recordar que estaba prevista la inauguración de un museo referente al Jurásico y los
dinosaurios, en las proximidades de Colunga. Este iba a tener la forma de una huella de dinosaurio. Asimismo,
el Gobierno del Principado ha elaborado un decreto para la declaración de los yacimientos de icnitas de dinosaurios
de Asturias como Monumento Natural. Por otro lado, los yacimientos asturianos de huellas de dinosaurios, junto con
los del resto de la Península Ibérica, figuran en la candidatura para optar a la declaración de Patrimonio de
la Humanidad de la UNESCO.
Tendré que hablar un poco de los lugares visitados, así que empezaré con el Puerto y faro de Tazones.
PUERTO Y FARO DE TAZONES
Fue este destino el que más quebraderos de cabeza nos dio por los horarios y combinaciones de autobuses
que podíamos usar, ya que también había que tener en cuenta el horario de mareas, muy importante este para la
visita de los distintos yacimientos porque de él dependía que pudiéramos disfrutar de la jornada. El tiempo, pues,
estaba muy justo para la visita del pueblo y del faro. Decir que para los degustadores de buen marisco este lugar
es una delicia.
Una vez llegamos al pequeño pueblo de Tereñes nos dirigimos a la playa , allí encontramos el panel
correspondiente que nos informaba de lo que íbamos a encontrar en este lugar, al igual que en el faro. Allí dimos,
siguiendo las indicaciones, con varias huellas tridáctilas. (foto1).
Ya en el acantilado del otro extremo de la localidad, y a pocos metros después de rebasar el espigón del puerto,
dimos también con un magnífico ejemplo de falla vertical, así como con huellas de raíces verticales rodeadas por
restos de lo que se supone correspondía a paleosuelos jurásicos. Esto nos llamó mucho la atención.
Rápidamente, después de descansar para picar algo, nos dirigimos al faro, teniendo para ello que pegarnos una
buena caminata de subida. Una vez allí, con un poco de suerte y las aclaraciones de las gentes del lugar,
logramos llegar al acantilado . Allí mismo, después de buscar un rato, logramos encontrar de todo un poco en
distintas lajas de roca ligeramente inclinadas hacia el mar, destacaban las huellas de manos y pies de
dinosaurio que se cruzaban en varias direcciones así como la huella de arrastre de una cola, también, restos de
bivalvos o marcas de oleaje sobre la roca. Sólo teníamos que continuar hacia el este por la base del acantilado.
PLAYA DE LA GRIEGA (foto2)
Cuando empezamos este recorrido, nadie suponía lo que nos iba a deparar la jornada, la verdad es que no
estuvo nada mal.
Todo comienza en el panel explicativo situado éste al lado de la ría, y muy próximo al camping. Siguiendo sus
explicaciones continuamos en dirección al acantilado.
Siguiendo por el mismo borde llegamos a un estrato de arenisca algo inclinado hacia el mar cuya superficie
estaba atravesada por lo que los geólogos denominan "diaclasas" orientadas estas en varias direcciones. Por encima
del mismo encontramos otra caliza muy interesante perteneciente ésta a la formación Tereñes que contenía diversas
marcas grandísimas y más o menos redondeadas. Se trataba de icnitas de grandes dinosaurios cuadrúpedos (saurópodos)
que se desplazaban sobre la laguna costera. Por sus dimensiones creo que bien se las podría considerar entre las
más grandes del mundo; y su deficiente conservación dificultaba una observación detallada de las mismas. Y no sólo
eso, la anécdota parte de la presencia de un pequeño rebaño de cabras que estaban pastando por la zona, pues bien,
cuando nos damos cuenta nos las vemos encima literalmente queriéndonos arremeter, sobre todo los machos cabríos del
rebaño, para que contar más, se puede imaginar uno la situación.
Siguiendo un poquito más, una vez que nos deshicimos de nuestros protagonistas dimos con unas areniscas rojas de
la Formación Vega que contenían huellas de raíces verticalizadas de color verde pálido.
ACANTILADOS DE TEREÑES
Antes de iniciar esta travesía, nos dejamos aconsejar por una guía del pueblo muy simpática, la cual
nos comentó que dicho yacimiento se veía azotado sin piedad cuando se producían grandes temporales y también por
las mareas que se daban en esta zona del Cantábrico. Esto da una idea de lo que todavía puede hacerse para proteger
estos lugares.
Antes de iniciar el camino de descenso por los acantilados tomamos nota de los distintos detalles del panel
explicativo, después pillamos un estrecho camino que llevaba hacia el acantilado.
Una vez allí, disfrutamos como críos. Allí dimos con estratos de la Formación Tereñes inclinados estos, en
dirección al mar. Allí podían observarse diversas icnitas de dinosaurio, (foto3) así como algunos rastro de
dinosaurios bípedos y tridáctilos y otro muy espectacular de cuadrúpedos, (fotos 4 y 5) en el que están
representados las huellas de manos y pies. También señalar los espectaculares ejemplos de grietas de desecación,
(foto 6) así como los restos de madera convertida en azabache. (foto 7).
LA PLAYA DE RIBADESELLA
Nuestro recorrido se iniciaba en uno de los extremos, en particular el oeste, de la playa de Santa Marina.
Según dirigíamos la vista hacia el sur se podían divisar unas placas que creo pertenecían al período Carbonífero y
que destacaban en el relieve formando una espectacular pared vertical. (foto 8)
Según íbamos avanzando en nuestro recorrido íbamos encontrando una alternancia de materiales pertenecientes
estos a la Formación Rodiles. Estos materiales chocaban con otros de distinta naturaleza pertenecientes a la
Formación Vega, en ella, podíamos apreciar restos de huellas de raíces características de un clima árido. Cerca ya
del final del paseo encontramos también restos de otros materiales pertenecientes a la denominada Formación
Tereñes que representó en su momento una zona costera baja y muy rica en fangos.
Dichos materiales se continuaban por el acantilado, mostrando diversos niveles en los que podíamos apreciar
lamelibranquios muy pequeños así como grietas de desecación y frecuentes icnitas de dinosaurios, éstas a
veces aparecían incluso formando rastros.(foto 9) No me gustaría olvidar también los fantásticos ejemplos de
ondulaciones difusas debidas al oleaje de la época que encontramos con algo de suerte.
Bueno, ¿qué les ha parecido?... Creo que una semana no puede dar para más. Sinceramente, si pueden hacer esta
travesía, no se la pierdan por nada del mundo, siempre respetando todas las indicaciones que se vayan encontrando
y haciendo caso de las personas encargadas de mostrar dichos sitios. Yo sinceramente gané muchos amigos y
experiencias vividas en esta travesía.
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