ESPOSICIÓN DE ESQUELETOS DE VERTEBRADOS - EVOLUCIÓN Y ADAPTACIONES AL MEDIO AMBIENTE
La Asociación Cultural Paleontológica Murciana, gracias a la labor desinteresada de nuestro
compañero Ángel Tórtola ha montado en diversas ocasiones una exposición de esqueletos de vertebrados titulada
"Evolución y Adaptaciones al Medio Ambiente", las dos últimas fueron en el CES Severo Ochoa de los Garres (2007) con ocasión de su 25 aniversario,
y en el IES Floridablanca (2009) durante su semana cultural para celebrar el 200 aniversario del Nacimiento de Darwin
A continuación Ángel Tórtola nos comenta el contenido de la exposición
El esqueleto de los vertebrados es una compleja estructura formada por numerosas piezas que llamamos huesos, y que, por ejemplo en
el ser humano son más de doscientos. Su misión es sostener el cuerpo, por eso son rígidos y firmes, pero a la vez tienen que permitir
los movimientos y por eso están articulados entre sí, funcionando como un sistema de palancas, soportes y pinzas, movidos por los músculos.
También el esqueleto protege los órganos vitales del cuerpo formando sólidas “cajas”, como el cráneo donde se alberga el cerebro,
o “jaulas” como el torax donde encerrar al corazón y pulmones.
Por otra parte, el esqueleto, sigue el mismo diseño básico en unas 40.000 especies animales provistas de columna vertebral y,
por tanto, estudiando los huesos podemos obtener mucha información acerca del origen evolutivo y de las adaptaciones que han realizado
las diversas especies a distintos tipos de medio ambiente.
Con la presente muestra de esqueletos y cráneos, pretendemos ilustrar, de forma sencilla, la maravillosa capacidad de la Naturaleza
para, sin perder esa misma estructura básica a la que nos referimos anteriormente, hacer que los animales puedan adaptarse a los variados
ecosistemas de la tierra. Finalmente, tenemos algunos ejemplos de como el hombre, mediante una selección artificial, ha modificado
el aspecto de algunos animales para rentabilizarlo en su provecho.
A continuación, destacaremos algunas características fácilmente observables de los ejemplares expuestos, explicándolas desde
el punto de vista evolutivo/adaptativo.
Por último, aclarar que la mayoría de los especimenes proceden de la Región de Murcia y en ningún caso han sido cazados para
formar parte de la colección. Este material se ha reunido a lo largo de muchos años, a base de hallazgos fortuitos de animales,
que han muerto, casi siempre por causas humanas (atropellos, pesca accidental, caza furtiva, etc.) y por eso nos gustaría que
la presente exposición sirva también para despertar la inquietud de todos por la conservación de la Naturaleza.
Tortuga BOBA(Caretta caretta)
Es la tortuga marina más frecuente en nuestras costas y que desgraciadamente muere en gran número al tragarse
anzuelos o quedar trabadas en redes de pesca. En ella podemos observar la estructura del caparazón. Por una parte,
tenemos un ejemplar con el hueso desnudo donde apreciamos las distintas piezas que lo forman, y que proceden
evolutivamente del ensanchamiento de las costillas y en parte de la columna vertebral, que a excepción de la
cola y el cuello está soldada al caparazón. Por encima del caparazón óseo se encuentran las placas córneas
(del mismo material que nuestras uñas) que son las que dan el aspecto exterior típico de las tortugas.
Como adaptación a la vida acuática marina (sólo salen del mar para poner los huevos), podemos destacar
la forma aplanada y acorazonada del caparazón que les permite desplazarse con facilidad en el agua,
impulsadas por las patas delanteras, que se han transformado en aletas. En el cráneo observamos la
ausencia de dientes (común a todas las tortugas actuales), que son sustituidos por un pico córneo
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Tortuga de FLORIDA (Chrysemys scripta)
Presentamos el esqueleto completo de un ejemplar adulto (estas tortugas se vendían recién nacidas
en tiendas de animales y son originarias de Norteamérica). Son animales que viven en zonas pantanosas
llevando una vida anfibia y por lo tanto pueden desenvolverse mejor en tierra que las tortugas marinas.
En este caso utilizan preferentemente las patas traseras para impulsarse en el agua, gracias a la piel
membranosa que se extiende entre los dedos. Dentro del caparazón se pueden apreciar los huesos de la
cintura escapular y pélvica.
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Colimbo Grande (Gavia immer)
Los colimbos se consideran aves muy primitivas y se conocen especies fósiles parecidas desde hace millones de años.
Su esqueleto tiene mayor número de vértebras y costillas que el de otras aves. Viven en costas y lagos donde pescan
persiguiendo a los peces bajo el agua, por eso sus patas traseras tienen una posición casi horizontal y unos fuertes
anclajes para la desarrollada musculatura que las propulsa. Los dedos son muy largos y entre ellos existe una membrana
para bucear y nadar con la máxima eficacia. Sin embargo, caminan muy mal, y cuando lo hacen arrastran el vientre.
El colimbo grande cría en zonas del norte de América y Europa, y en nuestra Región sólo aparece en invierno en forma
ocasional. El espécimen expuesto murió en el Mar Menor al quedar atrapado en una red de pesca.
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Flamenco Común (Phoenicopterus roseus)
Podemos observar estas aves con cierta facilidad en las Salinas de San Pedro y en ciertos lugares del Mar Menor.
Viven por tanto en lagunas de aguas poco profundas, en cuyos fondos fangosos se desarrollan una serie de pequeños
animales que les sirven de alimento. Para adaptarse a este hábitat, los huesos de las patas se han hecho muy largos,
así pueden caminar por estas aguas salinas y calientes sin tener que sumergir el cuerpo, e igualmente el cuello se ha
alargado para poder llegar al fondo. Si nos fijamos en el cráneo, veremos que poseen un extraño y especializado pico,
con una estrecha mandíbula superior y una curvada y gruesa mandíbula inferior. Con esta herramienta cargan el limo del
fondo de la laguna, y empujándolo con su voluminosa lengua, lo hacen pasar por una serie de laminillas que tienen en el
borde de las mandíbulas (estas laminillas son de material córneo y faltan en el ejemplar expuesto) de forma que retienen
la parte alimenticia que hay en el fango..
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Pito Real (Picus viridis)
Es el pájaro carpintero más común en nuestra Región. Su vida está muy relacionada con los árboles y observando
el esqueleto, veremos algunas de sus adaptaciones. En primer lugar, los dedos de sus patas están dirigidos dos hacia
delante y dos hacia atrás. Esto les permite trepar con eficacia por los troncos (apoyándose en las rígidas plumas de
su cola). Su pico, fuerte y afilado, golpeando la madera es capaz de perforarla para construir sus nidos y buscar
alimento. Pero para soportar los impactos contra la madera sin dañar el cerebro, el cráneo tiene una textura esponjosa
que amortigua dichos impactos. Por último, la lengua del pito real es capaz de proyectarse varios centímetros fuera
del pico, para ensartar larvas de insectos que se encuentran ocultos en galerías de los troncos, gracias al gran
desarrollo del hueso hioides que rodea al cráneo y una musculatura especial.
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Ratonero Común (Buteo buteo)
El ratonero es una especie de ave de presa diurna especializada en la captura de pequeños mamíferos,
sobre todo roedores. Como podemos apreciar en el esqueleto, y aparte del desarrollo de las alas que le
permiten una excelente capacidad de vuelo, sus patas son muy fuertes, con dedos robustos terminados en garras.
El pico ganchudo les sirve para rematar a sus presas y despedazarles. En el cráneo apreciamos también el tamaño
de sus ojos que delatan un potente sentido de la vista.
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Buho Chico (Asio otus)
Este pequeño búho nos va a permitir comprobar el fenómeno de la evolución convergente. Esta consiste en que
animales con orígenes distintos se parecen porque se adaptan, por ejemplo, a un mismo tipo de alimentación.
Nuestro búho, al igual que el ratonero, captura pequeños mamíferos, y como él, tiene fuertes garras, pico ganchudo
y potente vista. Sus esqueletos tienen cierta semejanza. Pero como todos sabemos los búhos cazan de noche y si nos
fijamos veremos que sus ojos tienen una posición frontal en el cráneo y están firmemente anclados a él. Los oídos
están muy desarrollados para poder localizar a sus presas en la oscuridad y tienen cierta asimetría para mejorar esa
capacidad de localización. La cabeza puede girar más de 180 grados. Son máquinas perfectas para cazar en la oscuridad.
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Alcatraz Atlántico (Morus bassanus)
Según parece, admitido actualmente, las aves evolucionaron a partir de un determinado grupo de reptiles logrando
las mejores adaptaciones para poder volar. Mostramos el esqueleto de un alcatraz montado en vuelo, donde podemos
apreciar las modificaciones para conquistar el medio aéreo.
En primer lugar, las extremidades anteriores se han desarrollado para convertirse en alas, alargándose
los huesos y reduciendo el número de dedos. El esternón ha desarrollado una prominente quilla donde se insertan
los músculos que mueven las alas (pechuga) y todos los huesos son muy ligeros al estar huecos. Pero sin duda el mejor
“invento” de las aves para volar, fueron las plumas (que podemos ver en el alcatraz juvenil disecado). Los alcatraces
son grandes aves marinas que pescan lanzándose en picado desde 15 ó 20 metros de altura, por eso si nos fijamos en su
pico veremos que no tiene aberturas nasales. De esta forma evitan que al chocar con el agua, ésta penetre y pueda dañarlos.
Respiran por las comisuras del pico. Además del robusto cráneo, las vértebras del cuello también son muy fuertes para
soportar los impactos contar el agua y poder sujetar a los peces que capturan.
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Tejón (Meles meles)
Se trata de un mamífero carnívoro perteneciente al mismo grupo que comadrejas, garduñas, etc., es decir,
a la familia de los mustélidos. Su cráneo es muy robusto y la mandíbula inferior encaja en él de tal forma
que es difícil separarla sin romperla. Sus dientes son de carnívoro, aunque como adaptación a una dieta omnívora,
sus molares son más aplanados que los de otros animales especializados en el consumo de carne. Es un animal rechoncho
adaptado a excavar, tanto para buscar alimento (les encantan las lombrices de tierra) como para construir sus madrigueras
o tejoneras, y por eso sus extremidades son muy fuertes y tiene largas garras. Su esqueleto es un buen ejemplo de mamífero
adaptado a la vida terrestre.
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Garduña (Martes foina)
Pertenece a la misma familia de carnívoros que el tejón, pero a diferencia de éste, podemos apreciar su esqueleto
mucho más estilizado. Se mueve con soltura en árboles y roquedos y es un carnívoro más eficaz a la hora de capturar
aves y pequeños mamíferos. Su cuerpo, alargado y flexible, le permite introducirse en las madrigueras de sus presas
y su dentición está más especializada que la del tejón para el consumo de carne, aunque no desprecian ciertas frutillas del bosque.
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Gato Doméstico (Felis catus)
El esqueleto del gato doméstico es muy similar al de su pariente salvaje el gato montés. Todos conocemos la
prodigiosa flexibilidad de los gatos, gracias a su columna vertebral, donde se apoya una potente musculatura que
les permite saltar, y trepar con facilidad. Sus patas, largas y fuertes, se apoyan en el extremo de los dedos, son
digitigrados, y por eso caminan de puntillas. Las afiladas garras retractiles están guardadas entre la piel, menos
en el momento del ataque a una presa, cuando unos músculos especiales las proyectan al exterior. Por último, en el
cráneo apreciamos el tamaño de los ojos y aparato auditivo, que nos delatan una actividad nocturna eficaz y unas
mandíbulas cortas pero potentes. El grupo de los felinos, a los que pertenece el gato, es sin duda, el más perfecto
entre los depredadores terrestres y por tanto el más evolucionado.
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Lirón Careto (Eliomys quercinus)
Este precioso roedor mediterráneo que muchos no conocen, es relativamente abundante en nuestra región. Si nos
fijamos en el cráneo veremos el gran tamaño de los globos auditivos, que reflejan su fino oído y una columna larga
y elástica. Y es que el lirón puede ser presa de muchos depredadores y esta preparado para detectarlos e intentar escapar de ellos.
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Ardilla Roja (Sciurus vulgaris)
Lo dicho para el lirón es también aplicable a la ardilla, pero en este caso hay que destacar sus adaptaciones
a la vida arborícola: su larga cola, las uñas para agarrarse a los troncos y su capacidad para manejar frutos con
sus manos, entre otras características.
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Arrui o Muflón del Atlas (Ammotragus lervia)
Esta especie, propia del norte de África fue introducida en los años 70 del siglo XX en Sierra Espuña como especie de caza.
Destacan en el cráneo los cuernos, que como se pueden ver, tienen una estructura de hueso recubierta por una funda de material
córneo. En esta funda quedan grabados en forma de anillos las distintas etapas de crecimiento. Son herbívoros rumiantes y carecen
de incisivos superiores y caninos, sin embargo, su dentadura está perfectamente dispuesta para triturar al máximo la hierba.
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Cabra Montés (Capra pyrenaica hispanica)
La cabra montés es autóctona en la Región de Murcia y vive en escaso número, en las sierras del noroeste. El cráneo de
los machos es muy fuerte para soportar el gran desarrollo de la cornamenta y los impactos cuando luchan entre ellos.
Si nos fijamos en el ejemplar expuesto, veremos que los anillos de crecimiento de los cuernos nos dicen que tenía una edad
aproximada cuando murió de unos cuatro años. Imaginad el tamaño de la cornamenta de los machos de más de diez años.
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Jabalí (Sus scrofa)
El cráneo del jabalí nos muestra las distintas adaptaciones de este animal para, por un lado, vivir en lugares
con espesa vegetación, y por otro lado, para excavar o hozar con su hocico en busca de alimento. En efecto, su form
a cónica le permite atravesar sin problemas las espesuras de matorrales y bosques donde vive, y además, tiene en el
extremo de las fosas nasales un especializado hueso que da robustez al típico hocico de estos animales y de sus
parientes domésticos, los cerdos. De su dentadura, adaptada a una alimentación omnívora, destacan los colmillos
que sobresalen de la boca (sobre todo en los machos) y que están dispuestos de tal forma que se afilan entre sí
por rozamiento. Los inferiores o “cuchillos” y los superiores o “amoladeras” son utilizados por los jabalíes en
sus combates nupciales o para defenderse de sus enemigos.
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Animales domésticos y selección artificial
Hasta ahora hemos visto ejemplos de cómo han evolucionado en la Naturaleza, distintos animales, para adaptarse
al medio ambiente y aprovechar distintas fuentes de alimento. Pero el hombre hace varios miles de años, aprendió
a domesticar y criar ciertos animales, para su provecho. De esta manera, y a partir de especies salvajes como el
jabalí, el lobo, el caballo, etc., se han ido creando razas domésticas, que en muchos casos poco se parecen a sus
antepasados salvajes.
En el caso del perro y a partir de su antepasado, el lobo, se ha conseguido formas realmente dispares. Desde
las que recuerdan a su antecesor (pastor alemán), con hocico largo y adaptados a la carrera (galgo), aptas para
defensa y combate (boxer) o de pequeño tamaño y hocico corto (pekinés).
Los cerdos domésticos nos recuerdan al jabalí, pero su cráneo es macizo y su frente muy distinta, tamaño aparte.
En el caballo se consiguen razas de tamaños muy dispares. Exponemos dos ejemplares de tamaño y aspecto muy distinto.
También entre las aves se han conseguido variaciones importantes. Por ejemplo, a partir de pequeños gallos bankivas
que viven en las selvas asiáticas, se han obtenido multitud de razas domésticas, como el gallo de raza murciana que presentamos.
La rechoncha oca que exponemos, casi incapaz de volar, desciende del ansar común que realiza grandes migraciones
entre el norte y el sur de Europa.
Todas estas variaciones se han logrado seleccionando a lo largo de muchos años los animales que reunían las
características deseadas por sus criadores, cruzándolos entre ellos y obteniendo razas que nos dan carne, leche,
huevos, etc., o trabajan para nosotros pero que dependen del hombre para subsistir.
Con esto, hemos querido poner nuestro grano de arena en la defensa del Medio Ambiente, por su fragilidad para
alterarlo con determinadas actitudes humanas y su importante interrelación para la vida de todos nosotros.
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