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2. SOLIDIFICACIÓN, CRISTALIZACIÓN Y RECRISTALIZACIÓN.
La formación de cristales puede originarse
de diferentes maneras, según las características del ambiente donde
tenga lugar:
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Solidificación: Materiales en estado fundido
que sufren un descenso en su temperatura produciéndose un cambio
de estado. En muchos casos, este proceso no implica un proceso
de cristalización, como sucede frecuentemente en las rocas
volcánicas (vidrios volcánicos). En las rocas plutónicas, por
el contrario, sí tiene lugar la formación de cristales, puesto
que, debido al enfriamiento lento, la solidificación se traduce
en múltiples cristalizaciones por precipitación de diferentes minerales.
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Cristalización: Se produce la formación
de cristales a partir de la incorporación de las sustancias que
componen un fluido, por saturación de alguno de los componentes.
Existen dos modalidades:
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* Precipitación: Cuando el fluido
es un líquido. La causas
son variadas: pérdida por evaporación del fluido, aumentos
en la concentración (aporte de iones)
y variaciones de
temperatura o presión. Se verifica en
todos los ambientes.
* Sublimación: Cuando el fluido es un gas se produce la
cristalización directamente al estado sólido. Es el caso
de las fumarolas volcánicas por la bajada brusca de la
temperatura.
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Recristalización: Se forma un
nuevo cristal por reorganización interna de los componentes
de un cristal preexistente. Al variar las condiciones del
medio (presión, temperatura o composición), un cristal
puede desestabilizarse y empezar a variar su estructura
o su composición por difusión en estado sólido. Son muy
frecuentes en el ambiente metamórfico pero se verifican
también en la meteorización y la diagénesis.
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