El ejercicio debe realizarse teniendo en cuenta la edad, el
sexo, la forma física... Si el ejercicio no se adapta a las características
de cada persona, puede provocar lesiones o afectar a la salud.
La alimentación es otro factor a tener en cuenta para el
mantenimiento del Aparato Locomotor, ya que una buena osificación dependerá
de la cantidad de calcio y fósforo que el individuo absorba en el proceso
digestivo.
La vitamina D que introducimos en nuestro cuerpo, a través de
los alimentos, favorece el depósito de calcio en los huesos.
Una dieta rica en glúcidos es necesaria tras una actividad
muscular intensa, pues con ella, se reponen las reservas de glucógeno
existentes en las fibras musculares.
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