Podemos ayudar a nuestro organismo a eliminar
los microbios perjudiciales mediante substancias que sean venenosas
para ellos y, naturalmente, que no lo sean, o lo sean poco, para
nuestras células.
Algunos medicamentos matan a los microorganismos, otros impiden
que se reproduzcan, otros hacen que los productos tóxicos que fabrican
no nos hagan daño, los hay que estimulan el sistema defensivo. Etc.
También hay medicamentos que evitan los efectos de la infección
sin eliminar o atacar al microbio. Por ejemplo los que se toman
contra la gripe, que no afectan al virus y nos evitan parte de
las molestias, incluso pueden salvar la vida de personas delicadas.
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