| La vida cristiana Milagros de Nuestra Se\u00F1ora |
\u00ABMientras aqu\u00ED vivimos, -- por el camino andamos: la morada durable -- arriba la esperamos, y nuestra romer\u00EDa -- entonces la acabamos cuando hacia el Para\u00EDso -- las almas enviamos. En esta romer\u00EDa -- habemos un buen prado donde encuentra refugio -- el romero cansado: es la Virgen Gloriosa, -- madre del buen criado del cual otro ninguno -- igual no fue encontrado. [...] La cuatro fuente claras -- que del prado manaban a los cuatro evangelios -- ellas representaban, que los evangelistas -- cuando los redactaban, al tiempo de escribirlos, -- con la Virgen hablaban. [...] La sombra de los \u00E1rboles, -- buena, dulce y san\u00EDa, donde encuentra refugio -- toda la romer\u00EDa, es cual las oraciones -- que hace Santa Mar\u00EDa, que por los pecadores -- ruega de noche y d\u00EDa. [...] Los \u00E1rboles que hacen -- sombra dulce y donosa son los santos milagros -- que hace la Gloriosa, que son muchos m\u00E1s dulces -- que la az\u00FAcar sabrosa, la que dan al enfermo -- en la cuita rabiosa.[...] Tornemos a las flores -- que componen el prado, las que lo hacen hermoso, -- apuesto y bien templado: las flores son los nombres -- que dan en el dictado a la Virgo Mar\u00EDa, -- madre del buen criado. [...]\u00BB
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