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Ilustración de fondo
 

Principales fenómenos lingüísticos: seseo, ceceo, yeísmo, voseo y otros

I. Introducción

En la lengua castellana se producen unos determinados fenómenos que afectan principalmente a la pronunciación. Casi todos se relacionan con una determinada área geográfica del vasto campo por el que se extiende nuestra lengua, en conexión con los dialectos; algunos son admitidos, otros tienen que ver con expresiones vulgares y con el mal uso de la lengua y que, por tanto, deben ser desterrados. Son los siguientes.

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II. El seseo

Es una confusión entre las consonantes c - z y la consonante s, en el habla: ce, ci y za, zo, zu se pronuncian como se, si y sa, so, su. Se sustituye el fonema /Ø/ por el fonema /s/. Afecta sólo a la pronunciación, no a la escritura.

Ejemplos: taza se pronuncia tasa, cena - sena, cielo - sielo, zumo - sumo, lazo - laso. Dicha pronunciación está admitida socialmente y no se considera defectuosa.

Este fenómeno se inicia en los siglos XV y XVI en Sevilla y su comarca, de allí se extiende a otras zonas - no todas - de Andalucía, Canarias, Hispanoamérica y pequeños núcleos de Badajoz, Murcia y Alicante. Existe también el seseo en Cataluña, Valencia, Galicia y Vascongadas, según los estudiosos; su uso aquí es considerado socialmente como defectuoso. En todas estas zonas conviven hablantes de seseo, hablantes de ceceo y hablantes que distinguen entre las consonantes c - z y la consonante s.

A veces, los escritores incluyen en sus obras textos con seseo, casi siempre para caracterizar personajes. Juan Ramón Jiménez dice de Platero "Tien'asero" (tiene acero).

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III. El ceceo

Es una confusión entre la consonante s y las consonantes c - z, en el habla: se, si y sa, so, su se pronuncian como ce, ci y za, zo, zu. Se sustituye el fonema /s/ por el fonema /Ø/. Afecta sólo a la pronunciación, no a la escritura. Como vemos, es lo contrario del seseo.

Ejemplos: serio se pronuncia cerio, simpático - cimpático, rosa - roza, beso - bezo, suspiro - zuzpiro. Es una pronunciación menos admitida socialmente que el seseo.

Se inicia, como el seseo, en los siglos XV y XVI en Sevilla y su comarca, de allí se extiende, de forma mucho menos intensa, a otras zonas - no todas - de Andalucía, Canarias, Hispanoamérica y pequeños núcleos de Cáceres.

A veces, los escritores incluyen en sus obras textos con ceceo, casi siempre para caracterizar personajes, como en los sainetes de Carlos Arniches.

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IV. El yeísmo

Confusión de la consonante ll con la y en el habla: lla, lle, lli, llo, llu se pronuncian como ya, ye, yi, yo, yu. Es un fenómeno admitido en la pronunciación; en la escritura es una incorrección. Se puede decir caye en vez de calle, siya por silla, gayina por gallina, yuvia por lluvia, pero no se pude escribir caye, siya, etc.

Esta confusión entre de ll - y produce otra grave incorrección: escribir ll en vez de y: se debe cuidar no escribir mallo por mayo, pallaso por payaso, sullo por suyo.

El yeísmo se inicia en la Edad Media y se afirma en el s. XVI. La causa es la mayor facilidad de pronunciación de la y que de la ll. La zona de yeísmo más intensa se sitúa en Madrid y hacia el sur; abunda en Hispanoamérica, en Canarias y en el judeoespañol (llamado también judeo-sefardí). El yeísmo ha estado muchas veces asociado al habla de la ciudad frente al habla rural. Hoy es un fenómeno en alza, sobre todo entre los jóvenes, debido a su uso continuo en radio y televisión.

 

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V. Voseo

Es la utilización de vos por . Se usa para dirigirse a una persona con la que se tiene confianza o igualdad. Para situaciones de respeto se usa usted. El voseo solamente se emplea en la segunda persona del singular. En plural se usa ustedes, nunca vosotros. El voseo modifica el verbo: se usan plurales de segunda persona cantás, tenés, e imperativos andá, vení.

Se utilizó en España hacia 1500, pero desapareció. Es una característica del habla de algunos países de Hispanoamérica: Argentina, Uruguay, Paraguay y América Central. Alternan el vos y el en Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Chile. En el resto se utiliza : Méjico, Perú, Las Antillas, etc. Los escritores hispanoamericanos lo utilizan en sus obras, baste el "Vos creés que estás en esta pieza pero no estás", de Julio Cortázar en "Rayuela".

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VI. Otros

Aspiración de consonantes

Dicha modalidad es común a varias lenguas romances: griego, inglés, alemán, francés. En el idioma castellano podemos encontrar las siguientes modalidades (la h se pronuncia como una especie de j):

  1. h procedente de f inicial latina: jambre por hambre, jartar por hartar
  2. s implosiva: loj piej por los pies, loj dientej por los dientes.

A veces dicha aspiración produce la desaparición de la s: lo piej (los pies) o la reduplicación de la consonante siguiente: lop piej (los pies)

Confusión de vocales

  1. utilización de la e por la i: ceviles por civiles
  2. utilización de la e por la o: menumento por monumento
  3. utilización de la e por la a: merendemos por merendamos
  4. utilización de la i por la e: acordión por acordeón, cai por cae, sigún por según
  5. utilización de la o por la u: sepoltura por sepultura
  6. utilización de la u por la o: tualla por toalla

Confusión de consonantes

  1. utilización de la l por la r : albol por árbol, arma por alma
  2. utilización de la k por la c: kuento por cuento
  3. utilización de la z por la d: azvertir por advertir
  4. utilización de la t por la d: verdat por verdad
  5.  confusión entre h, g, b: güevo y buevo por huevo; güeso y bueso por hueso
  6. simplificación: asfisia por asfixia, istancia por instancia
  7. exageración en la pronunciación: aspezto por aspecto, acsurdo por absurdo
  8. deformaciones: alvertir por advertir
  9. desaparición de la d: diputao por diputado, dormío por dormido, colorá por colorada, na por nada, Madrí por Madrid
  10. desaparición de la g: auja por aguja
  11. desaparición de la r: señá por señora
  12. desaparición de la preposición de: Plaza Colón por Plaza de Colón. Pero no desaparece en Paseo del Prado
  13. adición de s en la segunda persona del pretérito perfecto simple: leístes por leíste
  14. anteposición de me y te a se: me se olvidó o te se olvidó por se me olvidó o se te olvidó
  15. anteposición del pronombre al imperativo: me dé un libro por deme un libro
  16. dequeísmo: utilización abusiva de de que: le dije de que viniera por le dije que viniera, de que oí la canción por en cuanto oí la canción
  17. acentuación del determinante posesivo antepuesto al nombre: mí libro, tú disco, sú blusa por mi libro, tu disco, su blusa
  18. acortamiento de palabras: cole, poli por colegio, policía

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Última actualización: 2004-03-05