Logotipo MECD Acceso a Alumnos Acceso a Alumnos Acceso a Público Acceso a Público
[+] Búsqueda avanzada

Inicio > Profesorado > 1º E.S.O. > Al-Andalus: Teoría > V El lenguaje literario Profesorado

Teoría  Antología  Transversalidad  Diversidad  Metodología  Secuenciación  Bibliografía

Ilustración de fondo
 

El lenguaje literario

I. La narración y sus elementos

La narración

La narración es la forma de contar hechos reales o ficticios, siendo lo más normal utilizar el tiempo pasado para presentar esos hechos.

Una narración puede ser muy breve y referirse a actos de una manera muy rápida y general. Por ejemplo: "Ayer tardé cinco horas en llegar a Madrid".

O pueden constituir escritos de muchas páginas como ocurre con gran cantidad de novelas.

Elementos de la narración

En una narración distinguiremos los siguientes elementos:

  1. El narrador: Es el sujeto que, desde un punto de vista concreto, cuenta los hechos de la historia, presenta a los personajes, los sitúa en un espacio y tiempo determinados, observa los hechos que le rodean y muestra su forma de pensar y su forma de comportarse. La manera de contarlo todo es importante para la comprensión de la historia. 
    Entre los distintos tipos de narrador, señalamos los siguientes:

  • Narrador en 1ª persona: Cuando quien cuenta lo hechos participa en la historia que cuenta.

  • Narrador en 3ª persona: Cuando quien cuenta la historia está fuera de ella.

  1. La acción: Está formada por todos los acontecimientos y situaciones que componen una historia. Dichos acontecimientos se pueden organizar en núcleos con cierta autonomía, llamados episodios.

  2. Los personajes: Son aquellos que realizan las acciones que cuenta el narrador. 
    Por su importancia en el desarrollo de dicha acción, los personajes pueden ser principales o secundarios. Dentro de los principales se encuentra el protagonista, que es el personaje más importante de todos y el antagonista que es el oponente al protagonista.

  3. La estructura: Este término se refiere a la organización de los elementos de la narración, los cuales están interrelacionados formando un todo. De manera general, distinguiremos tres partes en una narración:

  • Planteamiento: Es la parte inicial del relato donde se proporciona la información necesaria para que se desencadene la acción posterior.

  • Nudo: Es el momento de mayor complejidad de la historia y donde se continúa lo iniciado en el planteamiento.

  • Desenlace: Es el episodio final en el que se resuelve o finalizan los conflictos. A veces el final puede quedar abierto.

  1. Tiempo: Es el elemento de la narración que tiene en cuenta la duración, sucesión y ordenación en que se producen los distintos acontecimientos.
    El orden temporal en que se puede desarrollar la historia puede llevarse a cabo de forma lineal cuando se cuenta en el orden en el que sucedieron los hechos. A veces, el narrador altera el orden temporal anticipando o posponiendo hechos, con los que se produce una ruptura del orden cronológico.
    La duración del tiempo que se narra puede ser diverso: varios años, un día, unas horas...

  2. Espacio: Es el componente narrativo que se refiere al lugar en el que se desarrolla la acción y por el que se mueven los personajes. Puede haber espacios urbanos, rurales, domésticos, idealizados...

[^]

II. Introducción a la narrativa española

Abrimos este breve e incompleto paseo por la narrativa española, con el que damos al alumno la información necesaria para comprender las actividades del bloque al tiempo que se habitúa poco a poco a la literatura de una forma práctica y no sólo teórica, hablando de El Poema de Mío Cid, perteneciente al mester de juglaría, escuela literaria de los juglares en la Edad Media. Esta obra es uno de los poema épicos más antiguos, escrito en el siglo XII, en castellano, idioma nacido en Castilla.

Narra las hazañas de un personaje real, Rodrigo Díaz de Vivar, caballero de la Corte del rey castellano Alfonso VI, que llegó a convertirse en leyenda y que en esta obra es ensalzado por sus virtudes de guerrero medieval: honradez, valentía, religiosidad, lealtad a su rey, amor a su familia...

Calila y Dimna es otra obra medieval, formada por una colección de cuentos de origen oriental, con intención didáctica, es decir, de transmitir una enseñanza o modo de actuar. El título viene dado por el primer cuento que es el más largo. La conversación entre dos lobos hermanos, Calila y Dimna, y los consejos ofrecidos por un filósofo a su rey dan lugar a multitud de fábulas. Alfonso X el Sabio los mandó traducir del árabe hacia 1251.

El Sendebar o Libro de los engaños está formado por veintiséis cuentos de origen indio, que fueron traducidos al persa y, más tarde, al árabe, lengua esta última en que llegaron a la España musulmana del siglo XII. En 1253, fueron traducidos al castellano por encargo de don Fadrique, hermano de Alfonso X el Sabio. El tema de este libro son los engaños y enredos de las mujeres para conseguir lo que quieren.

En las obras medievales aparecen con mucha frecuencia las fábulas, que son narraciones en verso o prosa, cuyos personajes son animales con cualidades y comportamientos humanos y, por tanto, de carácter alegórico -se refieren a situaciones que pueden suceder a las personas-. La fábula, además, tiene una intención didáctica y moralizante, es decir, pretende enseñar o transmitir una enseñanza o un comportamiento. Esa intención didáctica suele encontrarse en la moraleja final de dicha obra, la cual resume, en pocas palabras, el sentido y enseñanza de la historia.

El Libro de Buen Amor, escrito por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (h. 1283 - h. 1353), está formado por unos siete mil versos en la llamada "cuaderna vía", estrofa de cuatro alejandrinos (versos de catorce sílabas) monorrimos, característica del mester de clerecía, escuela literaria de los clérigos en la Edad Media, al que el Arcipreste pertenece. Entre este tipo de métrica se mezclan poesías líricas de tipo religioso en versos cortos. El libro se presenta como una autobiografía ficticia con intención moralizadora, e incluye una introducción piadosa y la relación de las aventuras amorosas del autor salpicadas de fábulas y cuentos moralizadores. Hay que resaltar la unión de elementos cultos y populares, así como el realismo y el sentido del humor que se aprecia en toda la obra.

El Conde Lucanor es la obra principal de Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X el Sabio, quien la escribió en el siglo XIV. El libro está formado por 50 ejemplos con la misma estructura: El Conde Lucanor pide consejo a su ayo Patronio, sobre problemas que se le plantean. Éste le narra un cuento que le ofrece la solución. Cada narración acaba con una moraleja que resume la lección aprendida.

La novela morisca es una forma novelística característica del siglo XVI. Propia de países mediterráneos en contacto con el mundo árabe, fue, sin embargo, en España donde se formó, debido a la larga permanencia de los árabes en nuestro país. En ella se reflejan las costumbres, a veces caballerescas, de moros y cristianos. Son novelas sencillas, de ambiente idealizado y final feliz.

Entre ellas destaca la Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa. Es una narración corta que cuenta la historia de amor entre dos jóvenes moros, Abindarráez y Jarifa. Él, apresado por el alcaide de Antequera y Álora, Rodrigo Narváez, obtiene permiso para dejar la cárcel y marchar a buscar a Jarifa bajo promesa de regresar. Es una obra de tono romántico, así como armónica y proporcionada en sus componentes, algo propio del Renacimiento.

El Quijote es la obra cumbre de Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares, 1547 - Madrid, 1616). Alonso Quijano, hidalgo manchego, se vuelve loco de leer libros de caballería. Convencido de ser un caballero andante, abandona su aldea en busca de aventuras para defender así a los débiles y oprimidos, pero de todas ellas sale mal parado. Al final, ya en la 2ª parte de la historia, y tras nuevas aventuras, es derrotado y debe regresar a su pueblo donde muere renegando antes de los libros de caballería.

Don Quijote y Sancho representan dos caras opuestas de la vida: el idealista y el realista, respectivamente. Pero a lo largo de la obra, los personajes se influyen mutuamente cambiando, en muchos casos, sus papeles.

Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836 - Madrid, 1870) es conocido por sus Rimas y por sus Leyendas. Estas últimas son relatos en prosa llenos de localismo, fantasía y ambiente sobrenatural, donde se refleja su atracción por el misterio.

Como hemos observado en este bloque, el cuento popular y la leyenda constituyen, muchas veces, la base de gran parte de los textos literarios. El cuento popular se caracteriza por su sencillez y brevedad y por su forma de transmisión, que es oral y va pasando de generación en generación. La leyenda es un relato en el que se cuenta un suceso extraordinario, pero que se presenta como real.

[^]

III. Nociones de métrica

Como vimos en la unidad anterior, el verso es la unidad fundamental de los textos poéticos.

El verso es un grupo de palabras marcadas por una medida, un ritmo y una rima. Un conjunto de versos forman una estrofa, y varias estrofas forman un poema.

Los versos, según su medida, se pueden dividir en dos grandes grupos:

  • De arte menor: Aquellos que tienen menos de 8 sílabas.

  • De arte mayor: Aquellos que tienes más de 8 sílabas.

Los versos mayores de doce sílabas, además de ser de arte mayor, son versos compuestos, los cuales están formados por dos hemistiquios que, al medir, funcionan como versos independientes y, por tanto, habrá de aplicárseles las mismas licencias métricas y reglas de acentuación que a éstos.

En cuanto a la rima, los versos pueden ser:

  • De rima consonante o total: Si, desde de la última sílaba acentuada, riman vocales y consonantes.

  • De rima asonante o parcial: Si, desde la última sílaba acentuada, sólo riman las vocales.

A la hora de medir los versos hay que tener en cuenta las licencias métricas y la acentuación de la última palabra del verso.

Licencias métricas: Son las modificaciones que sufre la medida del verso al aplicar unos determinados fenómenos, que son los siguientes:

  • La sinalefa: Consiste en formar una única sílaba con la última de una palabra que termine por vocal y la primera de la siguiente que empiece por vocal.

me-ta um-bro-sa al- va-que-ro-con-ven-ci-do

Góngora. Soledad Primera.

  • Diéresis: Consiste en dividir en dos sílabas las vocales que deberían ir en una sola porque forman diptongo. A veces viene indicada por el poeta con el signo de la diéresis (¨).

la-del-que-hu-ye el- mun-da-nal-ru-ï-do

Fray Luis de León. Oda a la vida retirada.

  • Sinéresis: Consiste en lo contrario de la diéresis, es decir, en la unión, para formar una sílaba métrica, de dos vocales contiguas que no forman diptongo en el interior de una palabra.

de-noc-tur-no-Fae-tón-ca-rro-za ar-dien-te

Góngora. Soledad Primera.

Acentuación de la última palabra del verso

  • Cuando la última palabra del verso es aguda, se suma una sílaba al cómputo de las sílabas del verso.

  • Cuando la última palabra del verso es llana, esto no afecta al cómputo de las sílabas del verso.

  • Cuando la última palabra del verso es esdrújula, se resta una sílaba al cómputo de las sílabas del verso.

[^]

IV. Figuras literarias

La antítesis consiste en la contraposición de dos palabras o ideas dentro de una misma frase:

«Ayer naciste y morirás mañana»

Góngora

La anáfora consiste en la repetición de una o más palabras iguales al principio de verso u oración:

¡Villanos te mate, rey
           villanos que no hidalgos!

Poema de Mío Cid

 

[^]

Última actualización: 2004-03-05