El juego de Vida y la inteligencia artificial.
Taller de Matemáticas
 

Construyendo configuraciones.

Uno de los problemas que se han planteado los investigadores de este juego es saber si existe alguna configuración inicial finita que crezca ilimitadamente. La respuesta la dio en 1970 un equipo integrado en el proyecto de inteligencia artificial del M.I.T. Este equipo creó una configuración espectacular a la que llamaremos a partir de ahora cañón lanzadeslizadores. Esta configuración que mostramos en el modelo siguiente crece hasta convertirse en un tal cañón que dispara su primer deslizador en la generación 40 y cada 30 generaciones dispara uno nuevo.

Como cada deslizador añade 5 individuos a la población y se va alejando sin interactuar con nadie es obvio que la población crece ilimitadamente.

Puedes entrenerte un rato comprobando lo que hemos dicho. En esta ocasión se han eliminado todos los controles que no son necesarios. La configuración se presenta ya realizada y sólo hay que ir cambiando de generación. Comprueba que el primer deslizador surge en la generación 40 y los demás en las generaciones 70, 100, 130, 160, etc.

Sólo una advertencia: debido a los problemas ya mencionados de finitud nuestros deslizadores se destruirán al llegar al borde.

Este resultado ha llevado al mencionado grupo a realizar otros muchos descubrimientos. En la figura siguiente se muestra una configuración inicial formada por 13 deslizadores que terminarán colisionando para fabricar un cañón. El primer deslizador se lanza en la generación 99 y al igual que en el caso anterior se lanza un deslizador cada 30 generaciones.

Un pentadecatlón es una configuración oscilante de periodo 15, es decir que repite su configuración cada 15 generaciones. El equipo descubridor del cañon lanzadeslizadores comprobó que situando un pentadecatlón adecuadamente en la trayectoria de los deslizadores lanzados por el cañón, el pentadecatlón devoraba a todos los deslizadores a medida que se aproximaban a él. Compruébalo en la figura siguiente:

Las configuraciones pueden crear las más extrañas situaciones. El mencionado grupo ha conseguido situar 8 cañones de tal modo que las corrientes de deslizadores que van lanzando construyan al interceptarse una fábrica que monta y dispara una astronave de tipo medio aproximadamente cada 300 generaciones.


El juego de Vida y la inteligencia artificial.

Todos estos descubrimientos suscitan la apasionante posibilidad de que el Juego de Vida permita la simulación de una máquina de Turing, es decir, una calculadora universal capaz de realizar cualquier tipo de cómputo del que sea capaz la computadora más potente. La idea sería utilizar los deslizadores como impulsos unitarios con los que podríamos almacenar y transmitir información, así como ejecutar las operaciones lógicas que en los ordenadores habituales son efectuadas por sus circuitos.

Y si esto llega a ser posible, la siguiente cuestión sería averiguar si se puede crear un constructor universal, es decir, una máquina no trivial capaz de autorreproducirse.


       
           
  José Luis Alonso Borrego.
 
© Ministerio de Educación y Ciencia. Año 2001