Sin embargo tienen numerosos inconvenientes prácticos. Uno de ellos es que resulta engorroso completarlas niño por niño. Otro, es que se corre el riesgo de etiquetar al niño, de acostumbrarnos a una visión del desarrollo cuantificadora y poco cualitativa, de orientar la intervención educativa hacia el adiestramiento en los ítems de la escala que se utiliza.

Además resulta muy cuestionable la fiabilidad de los datos así registrados: ¿reflejan la realidad o la impresión del educador sobre los niños?. Ya que la información recogida es estrictamente conductual y coyuntural.

 
       
Actividad sugerida
           
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