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Lenguaje fílmico > 8.1
Los planos (continuación)
El primer plano se centra en el rostro pero
también es aquel que incluye una parte completa del cuerpo. Obviamente,
centra completamente la atención del espectador en el personaje
al eliminar el contorno del encuadre; sirve para enfatizar en un punto
concreto la totalidad de la acción dramática. Exige una
dirección del actor muy meticulosa pues hasta el más ligero
de los gestos se ve multiplicado por la extensión que ocupan en
la pantalla.
Por último, el primerísimo primer plano o, más
habitual, plano de detalle es el que abarca una parte incompleta
del cuerpo. Su utilidad es enfática y su abuso conlleva un cierto
agotamiento visual del espectador.
El conjunto de los planos que poseen unidad de espacio y tiempo recibe
el nombre de secuencia y puede estar conformada bien por un único
plano al que se denomina plano secuencia o bien por una cantidad indeterminada
de ellos.
Naturalmente, no hay reglas únicas sobre la mejor elección
del tamaño de un plano y siempre va en relación con el efecto
que se quiera conseguir. La riqueza narrativa de los planos se basa en
la intercalación continua de sus diversos tamaños en una
misma toma ya sea por movimiento de los personajes/objetos o por el cambio
de posición de la cámara. El uso excesivo de los tamaños
extremos de plano, como planos generales o primeros planos, termina por
diluir sus funciones y virtudes. Suele establecerse como narración
armónica aquella que combina diversos modelos de corte de plano.
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