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Roma
El latín y las lenguas románicas [Autoevaluación]

Características del latín vulgar

Ahora vamos a describir someramente algunos de los cambios que afectaron al latín vulgar. Tenemos que advertir que algunos de estos cambios no afectaron al conjunto de las lenguas románicas, pero fueron suficientemente amplios como para considerarlos originados en periodo prerrománico.


Distingue palabras en catalán e italiano

Después, en el periodo románico estos cambios se ampliaron y completaron, siguiendo caminos particulares en cada rama y dialecto romance.


Deduce el resultado del término latino

Así, por ejemplo, la sonorización de las consonantes oclusivas sordas entre vocales, el hecho de que la p, t, c pasaran entre vocales a b, d, g respectivamente, sólo afectó a la rama occidental  como podemos ver comparando, lat. caput, it. capo, pero es. cabo, gal. cabo. La pérdida de la e final tras oclusiva distinta de d sucedió en catalán amic, pero no en es. amigo.


Pérdida de la cantidad
En latín las cinco vocales podían ser largas o breves, de modo que sŎlus significa en latín "suelo" y sōlus "solo". En latín vulgar esta distinción desapareció. Este fenómeno está documentado desde el s. III d. C. al menos. La pérdida del valor distintivo de la cantidad afectó en primer lugar a las vocales átonas, y en último a las tónicas.

Otros cambios que afectan a las vocales
Se produce también la síncopa de las vocales pre- y postónicas, con excepción de la a. Las vocales finales se reducen, quedando en un sistema de tres grados.

Cambios que afectan a las consonantes
Entre los cambios que afectan a las consonantes señalamos la pérdida de la m y la t final, de las que ya tenemos síntomas en plena época clásica. Esta m final latina tan numerosa desapareció en romance casi sin dejar huella. Se produjo en términos generales una simplificación de los grupos consonánticos complejos, tanto iniciales como interiores. Tenemos lat. planum > es. llano; lat. mensam > es. mesa, etcétera.

Otro cambio fundamental fue la palatalización de las velares (c, g) ante vocal anterior (i, e). gentem > gente /g/ > /χ/ en español, /j/  en cat. , it., por. /k/ > /θ/ en es., /ſ/ fr., /tſ/ it.


Reducción de la declinación y los géneros

Cada nombre latino disponía de una rica variedad de formas para expresar distintas funciones sintácticas, además del género y el número. A este conjunto de formas de un nombre lo llamamos declinación y a cada uno de sus elementos caso. La declinación permite determinar la función sintáctica de los sustantivos, pronombres y adjetivos en la oración. La paulatina pérdida de la flexión nominal o declinación es probablemente el fenómeno lingüístico más importante que sucede en relación con el latín vulgar. Esta simplificación se suplió con el uso de preposiciones y el orden oracional como elementos que determinan la función sintáctica en la frase, tal y como sucede en las lenguas románicas actuales.


Paralela a la simplificación del número de casos corrió la del número de modelos, de las cinco declinaciones del latín clásico se pasó a tres.


A la vez que se reducía el número de casos y modelos, fue desapareciendo paulatinamente el género neutro, pasando los sustantivos que poseían este género a masculinos o femeninos.


Simplificación de  la conjugación

En el caso de la conjugación, la reducción no supuso la pérdida del sistema latino, que se mantiene en sus fundamentos en algunas lenguas románicas como las hispánicas. Pero sí hubo algunos cambios importantes. De entre estos destacamos la pérdida de la voz pasiva con desinencias propias. También se perdieron algunos tiempos y formas personales, y otros modificaron su valor. Por ejemplo el pretérito pluscuamperfecto latino pasó a pretérito imperfecto de subjuntivo: lat. fuerat ("había sido") > es. fuera.