Las radiaciones que llegan
a la superficie
terrestre son reemitidas a la atmósfera
en forma de radiaciones infrarrojas que
son absorbidas por el vapor de agua y CO2,
principalmente. Estas moléculas reenvían
la radiación hacia la superficie terrestre
en forma de calor, provocando el calentamiento
de la Atmósfera. A esto se le ha denominado
efecto invernadero.
La temperatura media de la
superficie de La Tierra es de 15 ºC. Si
no existiera este calentamiento, la temperatura
sería de unos –18 ºC, 33 ºC menos.
De todas formas, la temperatura
de La Tierra no es constante, debido al
ángulo de incidencia de los rayos solares
y a la inclinación del eje de giro de La
Tierra. Esto genera grandes diferencias
de temperatura que se equilibran gracias
a movimientos circulares que ocurren en
la Atmósfera y la Hidrosfera. Estos movimientos
se producen desde las zonas cálidas intertropicales
hasta las zonas más frías, lo que compensa
la diferencia de temperatura.
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