CONTENIDOS

SUEROS Y VACUNAS. IMPORTANCIA INDUSTRIAL

La inmunidad que aparece en el cuerpo como consecuencia de una respuesta inmune no provocada se conoce con el nombre de inmunidad natural. Existe otro tipo de inmunidad, la inmunidad artificial, que se adquiere suministrando al individuo un suero o una vacuna. Hay dos tipos de inmunidad artificial, la pasiva y la activa.

  • La inmunidad artificial pasiva se adquiere cuando al sujeto  se le administra directamente anticuerpos específicos para un patógeno determinado. Los anticuerpos producen inmunidad rápidamente (unas pocas horas), pero su efecto no es de larga duración (sólo unos meses), debido a que no se activa la memoria inmunológica. Estos anticuerpos reciben el nombre de suero o antídoto.

    Los anticuerpos se obtenían de animales domésticos. En la actualidad se utilizan imunoglobulinas humanas. Este tipo de sueros se utilizan para inmunizar contra el tétanos, la difteria, la hepatitis (A y B), etc.

 

las ratas de laboratorio producían sueros contra enfermedades infecciosas

  • La inmunidad artificial activa se produce por inoculación de una vacuna. La inmunidad generada por la vacuna es efectiva al cabo de varios días, pero, al crear memoria inmunológica, su capacidad de acción es duradera.

    La vacuna contiene antígenos contra los que reacciona el sistema inmune. Estos antígenos inducen a la formación de sus anticuerpos correspondientes, que activarán a los linfocitos T y B, creando las "células de memoria". Si el antígeno vuelve a presentarse, el organismo está preparado para actuar sobre el patógeno de forma rápida y selectiva, impidiendo su propagación.

  Mediante la vacuna se adquiere inmunidad artificial

En la actualidad se utilizan varios tipos de vacunas:

  • Vacunas con patógenos vivos atenuados: el patógeno se trata en el laboratorio para que pierda virulencia. Este tratamiento se sigue con virus, consiguiendo esos patógenos atenuados por mutaciones espontáneas en algunos casos. Este tipo de vacunas se utiliza contra el sarampión, la rubeola, las paperas o la poliomielitis, etc. El riesgo de estas vacunas es que una mutación origine la aparición de un virus infeccioso que provoque la enfermedad.

  • Vacunas con cepas no peligrosas: por mutación espontánea y natural aparecen bacterias o virus que no son capaces de producir una determinada enfermedad, pero disparan la respuesta inmune. Algunas veces se utilizan patógenos que causan enfermedad en una especie (la vaca, por ejemplo) y no la produce en la especie humana.

  • Vacunas con patógenos muertos (bacterias) o inactivados (virus): para provocar la muerte o la inactividad de patógeno se utilizan métodos físicos (alta temperatura, luz ultravioleta, radiaciones, etc.) Suele ser  utilizado este método para la obtención de las vacunas de la gripe, la tos ferina, el cólera...

  • Vacunas de antígenos purificados: se utilizan técnicas de ingeniería genética, obteniéndose generalmente una proteína. Esta técnica se ha utilizado para la obtención de la vacuna contra la hepatitis B.

  Virus infectando una célula

Líneas actuales para la obtención de vacunas

Hoy día se busca una producción eficaz y barata para la obtención de vacunas. Se siguen distintas líneas de trabajo, de las que se pueden destacar:

La utilización de péptidos sintéticos: mediante complejos enzimáticos, en laboratorio, se pueden crear péptidos "a la carta". El problema que aparece en este tipo de producción es el difícil aislamiento y recogida del péptido creado. Estos péptidos pueden utilizarse como vacuna directamente o como un componente más de una vacuna que se cree posteriormente.

Fabricación de vacunas génicas: se emplea un organismo modificado genéticamente para que produzca antígenos. Estos antígenos se usarán posteriormente para la creación de una vacuna. Para ello, deben seguirse los siguientes pasos:

  • Identificación y aislamiento del agente patógeno.

  • Identificación del gen productor del antígeno en el agente patógeno (por ejemplo, el gen que produzca la proteína de la cápsida de un virus).

  • Introducción de ese gen  en el genoma de una bacteria y reproducción de esa bacteria genéticamente modificada.

  • Producción de las proteínas buscadas, por la colonia de bacterias genéticamente modificadas.

  • Extracción y aislamiento del medio de cultivo, de esas proteínas.

  • Inyección de la proteína (vacuna) para generar la inmunidad frente a ese patógeno.

Los pasos que se deben seguir para la creación de una vacuna suponen años de investigación. La industria farmacéutica invierte gran cantidad de recursos en estos estudios. Así, cuando se obtiene un avance en la investigación o se consigue una vacuna eficaz, se patenta con el fin de comercializarla.

Manuel Elkin Patarroyo  

No sólo la industria farmacéutica investiga en este campo. Organismos internacionales, gobiernos, mediante la subvención total o parcial a centros de investigación, universidades o laboratorios, también buscan la obtención de nuevas vacuas más eficaces, con fines más altruistas.

Consideramos que merece una mención especial en este tema Manuel Elkin Patarroyo, premio Príncipe de Asturias por sus trabajos y esfuerzos en beneficio de la Humanidad. Sus trabajos están dirigidos a la obtención de una vacuna total contra la malaria (paludismo). Los resultados obtenidos los ha patentado cediendo todos los derechos de la patente a organismos internacionales, como la ONU y la OMS (Organización Mundial de la Salud). De esta manera, el precio de la vacuna es muy bajo, de forma que los habitantes de los países en vías de desarrollo pueden acceder a ella.