Sólo actuarán aquellas
células activadas por el antígeno que
penetró en el organismo, y no otras. Además,
esas células sólo actúan sobre antígenos
externos, no sobre células propias.
Actúan células o moléculas
que puedan atacar a ese antígeno, y no
otras.
Al existir gran cantidad de
antígenos debe existir una gran cantidad
de receptores antigénicos que
desencadenan la respuesta.
La
memoria inmunológica es la capacidad que tiene el
sistema inmune para producir una respuesta
rápida, eficaz y duradera frente a un
antígeno que sea presentado por segunda
vez.
El proceso finaliza de forma
gradual, atendiendo a la disminución de
antígeno.
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