EL INICIO: LOS PRIMATES
Los pasos evolutivos explicados
en la página anterior quedan puestos de manifiesto
con el descubrimiento de fósiles
de primates y homínidos
que nos permiten reconstruir su aspecto
y sus transformaciones, aunque hay partes
aún oscuras en nuestra historia evolutiva.
La primera prueba de la existencia
de primates que se mueven por el suelo la
tenemos en el Aegyptopithecus, una
especie de mono que podía andar a
cuatro patas en el suelo y que vivió
en lo que hoy es Egipto hace unos 30 millones
de años, cuando estaban desapareciendo
las selvas que hasta entonces habían
cubierto toda África.
En el período de hace
entre 25 y 5 millones de años va
a surgir una nueva línea evolutiva,
la de los hominoideos,
a partir de un antepasado común al
que se ha llamado Procónsul,
a partir del cual se van a diversificar
los primates extendiéndose además
por todo el Viejo Mundo (África,
Europa y Asia), surgiendo los antepasados
de los gibones, de los orangutanes, de los
gorilas y chimpancés, y de la especie
humana. De ese período comprendido
entre los 25 y los 5 millones de años
atrás sabemos muy poco respecto a
nuestros antepasados, ya que hemos encontrado
muy pocos fósiles, pero en ese período
se produjo el afianzamiento de la línea
que culminará con los homínidos
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