Altura y fuerza de los valores
La
belleza es un valor estético, más alto y débil frente a la salud
o respeto a mi propia vida, que es un valor ético, más bajo y fuerte.
Si no puedo lograr a la vez salud y belleza, hay que dar la preferencia
a la salud.
Decir la verdad a quien tiene derecho a saberla es un valor ético
más alto y débil que el valor ético del respeto a la vida ajena.
Este último prevalece en caso de conflicto.
La amabilidad sin justicia previa no es más que la máscara del
valor estético. La justicia es más baja y fuerte que la amabilidad.
El respeto a mi propia vida es más bajo y fuerte que el respeto
a la vida ajena.
Un valor es más fuerte que otro, si se impone en nuestros juicios
de preferencia. Esto establece una jerarquía horizontal de los valores.
Y por eso aparece la altura o dimensión vertical. Sólo puedo vivir
el valor más alto, si antes vivo el más bajo. En el ejemplo clásico
¿qué es antes el amor a Dios o el amor al prójimo? Según la fuerza,
el amor al prójimo. El amor a Dios presupone el amor al prójimo,
[y por eso tiene más altura que éste]. Y justo por eso el amor a
Dios es el más alto, porque presupone el más bajo.
La fuerza es una magnitud ordinal, la altura tiene sentido cardinal,
positivo y negativo, (gravedad de los antivalores)
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