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DERECHO DE PROPIEDAD.
Solemos pensar que todo lo que ganamos con nuestro trabajo es nuestro
y sólo nuestro. Pero la Suficiencia es un valor más bajo y fuerte
que el Trabajo. El conflicto entre estos dos valores es inevitable.
La Suficiencia ampara a niños, ancianos, enfermos, discapacitados,
etc. para que reciban más de lo que pueden ganar con su trabajo.
A veces no pueden ganar nada. En caso de conflicto, el derecho de
propiedad amparado por el valor Suficiencia prevalece sobre el derecho
de propiedad apoyado en el valor Trabajo. "Lo que te sobra
lo robas", se ha dicho gráficamente.
Por esta prioridad de la Suficiencia sobre el Trabajo se justifican
todas las legislaciones de inspiración social, tendentes a favorecer
a las clases más necesitadas. Y esa prioridad debiera regir lo mismo
dentro de un país (el llamado "Estado de Bienestar" de
los países más avanzados) como en el comercio mundial entre países
ricos y pobres. Los países ricos no tienen derecho de propiedad
absoluto sobre todo lo que ganan, sobre todo su producto interior
bruto, máxime si lo logran con la colaboración de los más pobres.
La falta de capitalización de los países atrasados es como una discapacidad
física. La globalización económica exige la creación de una agencia
tributaria mundial, que llevase a cabo a escala planetaria el trasvase
de rentas que realizan las agencias tributarias dentro de los países
más avanzados. Los mismos coeficientes que se aplican a los tramos
más altos dentro de los países avanzados deberían aplicarse por
esa agencia tributaria mundial. No se trata precisamente del 0,7%
del PIB, sino del 30% o del 40% de la recaudación del impuesto
sobre la
renta. Lo que es bueno para los ciudadanos de los países ricos,
si de verdad es bueno para ellos, será también bueno para toda la
humanidad [2.9].
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