Este tipo de técnicas no pueden constituir la base de la obtención de
información sobre los niños, pero pueden utilizarse para responder cuestiones
del tipo de las siguientes: llanto de los niños, a qué tienen miedo, utilización
del material, frecuencia de uso de los rincones según sexo o edad, tipo
de actividad que se desarrolla en el patio, problemas que aparecen a la
entrada, cooperación de los niños en las tareas, etc.
Tienen la ventaja de que si se categorizan bien las conductas su registro
puede resultar muy sencillo y rápido, pudiendo realizarse simultáneamente
a la secuencia de los hechos.
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