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1 Historia de la Prensa
> 1.8 España hasta
el siglo XX (continuación)
El pronunciamiento de Riego (1820) impondrá al Rey el respeto
a la libertad de imprenta por lo que renacerá la prensa liberal.
En los periódicos se identifican las distintas corrientes internas
del liberalismo español: los exaltados (El Conservador, El Espectador,
El Eco de Padilla), los moderados (El Universal, El Imparcial)
e incluso los "josefinos" o afrancesados. También algunos
periódicos liberales satíricos como El Zurriago..
Pero, gracias a los "Cien mil hijos de San Luis", el Rey recupera
su poder absolutista y vuelve a eliminar todos los periódicos liberales
aplicando una dura censura. En ese tiempo surge la prensa ultraabsolutista:
El Diario Realista, El defensor del Rey, etc.
Según se acerca el fin del reinado de Fernando VII la censura se
va suavizando tímidamente. Es entonces cuando aparece una figura
enorme de nuestro periodismo: Mariano José de Larra.
La actividad periodística de Larra se desarrolla entre 1828 y 1837.
Escribe en distintos periódicos sus artículos, generalmente
críticos, acerca de la sociedad y las costumbres de los españoles,
incluyendo siempre que le era posible críticas al sistema político,
aguzando el ingenio para eludir la censura. A partir de 1834 utilizaría
su célebre seudónimo de Fígaro.
Su escritura tenía un estilo propio, satírico, elegante,
ágil. Recordemos sus artículos en El Pobrecito hablador,
La Revista española, El Observador, El Mundo, El Redactor
general, etc. Por desgracia su periodismo de opinión fue tan
genial como breve pues el 13 de febrero de 1837 decidió quitarse
la vida, con tan solo 38 años.
Durante el sexenio revolucionario y la I República (1868-1874)
se recupera la total libertad de prensa. Al igual que había sucedido
en 1808, se produce una auténtica explosión de periódicos
de todas las tendencias políticas: carlistas, alfonsinos, radicales,
progresistas, constitucionalistas, republicanos...
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