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Grecia Los griegos y el arte [Autoevaluación]
Escultura clásica
A mediados
del siglo V a. C., coincidiendo con el esplendor de
Atenas bajo el gobierno de Pericles (461-429 a. C.), los
distintos géneros del arte griego alcanzan su
culminación. Es el tiempo de los grandes escultores,
entre los que destaca Fidias, o de la construcción del
Partenón en la Acrópolis de Atenas, o del refinamiento
de los pintores como Zeuxis de Heraclea o Parrasio de
Éfeso, luego seguidos por Apeles.
Escultura en
el período clásico En los siglos V y
IV a. C. la escultura griega llega a su
culminación, creando en esta época obras que han quedado
como modelos de belleza y perfección plástica en la
historia del Arte:
En el siglo V a. C.
destacan tres grandes escultores:
-
Fidias. Es el
escultor más importante de todo el arte griego. A él
se le encomendó la decoración del Partenón (frisos,
metopas, frontones, la realización de las esculturas
monumentales de la diosa Atenea y, posteriormente, la
estatura crisoelefantina de Zeus para su templo en
Olimpia.
-
Policleto es el
realizador de atletas en los que hay un interés por
representar correctamente las proporciones del cuerpo
humano. El estudio de la anatomía es perfecto y en él
se aplica un canon que
el maestro de Argos recogió en un libro, hoy
perdido.
-
Mirón, autor del
Discóbolo, en el que nos presenta el cuerpo de un
atleta en el momento mismo en que, inclinado
violentamente hacia delante, en el límite del
equilibrio, se dispone a lanzar el disco en una prueba
atlética.
Sin embargo, en el
siglo IV a. C. van a cambiar algunas cosas en
Grecia.
-
A comienzos del
siglo IV la Polis, la ciudad-estado, inicia una fase
de decadencia que la llevará a su propia extinción.
Atenas, tras la derrota en la guerra del Peloponeso,
ha fracasado en su política de superpotencia que
trataba de imponer la supremacía entre buena parte de
las ciudades griegas. Esparta y Tebas intentarán
imponer su fuerza pero correrán la misma suerte: serán
víctimas de la arrolladora fuerza de Macedonia y de
Filipo, padre de Alejandro Magno.
-
En escultura las
formas se ablandan, los dioses se humanizan, la pasión
empieza a aparecer en los rostros.
-
Así, Scopas supo expresar lo más
trágico y patético en obras como la Ménade,
sacerdotisa de Dionisos en pleno delirio religioso.
Lisipo corrigió las proporciones el canon y creó un
cuerpo más esbelto, con la cabeza más pequeña
(1:8).
-
Por su
parte, Praxíteles dota a sus esculturas de unas suaves
y prolongadas curvas llamadas así: "curvas
praxitelianas". Además, trabaja primorosamente el
mármol con lo que las formas se ablandan y se plasman
matices más delicados. El Hermes de Olimpia es una de
sus obras más
famosas. | |