Desde la Antigüedad, el
Hombre ha utilizado los recursos
naturales para conseguir alimento y
sanar sus dolencias.
Primero buscó y
seleccionó los mejores animales de
producción, por ejemplo a las gallinas
más ponedoras, y también las semillas
de las mejores plantas.
Posteriormente, con
ayuda de una industria muy
rudimentaria, se eligieron los mejores
ingredientes para elaborar alimentos,
como pan, queso, vino o cerveza.
A lo largo de los
siglos las técnicas de búsqueda y
selección se han basado en cruzar las
distintas variedades de las especies
seleccionadas. Estos métodos han
generado resultados unas veces buenos
y otras veces desastrosos. |