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10.5 Lo difícil de ser periodista
10.5 Lo difícil de ser periodista
Algunos alumnos, cuando llegan a la Facultad de Ciencias de la
Información a estudiar Periodismo quieren ser corresponsales (a
ser posible de guerra), o reporteros (también, a ser posible de
sucesos lejanos y violentos), o ¿porqué no? Directores de
un periódico como Pedro J. Ramírez y estrellas de la radio
como Luis del Olmo o Iñaki Gabilondo. Estos son algunos ejemplos,
y todos los años ocurre lo mismo, de respuestas ante la pregunta
¿Qué queréis ser en el mundo del Periodismo cuando
terminéis los estudios? Algunos, incluso, han llegado a contestar:
queremos ser famosos. Esto que puede resultar muy cómico, es patético
¿Porqué te cuento estas cosas? En primer lugar, es conveniente
que tengas claro qué quieres estudiar. Para ser famoso, y de paso
ganar mucho más dinero, hay otras vías como, por ejemplo,
"Gran Hermano", "Operación Triunfo" y, si se
te da bien el deporte, el tenis o el fútbol.
¿Te han dicho en alguna ocasión que eres muy cotilla? Cuántas
más veces te lo digan, más cerca estás de la idea
de periodista. No obstante, un periodista es un profesional de la información
(que nos cuenta lo que ocurre) y/o de la comunicación (cuando,
además, domina el medio). Un periodista tiene que ser un experto
en la elaboración de informaciones sobre hechos e ideas que han
ocurrido en el presente o relacionados con él, que tienen que ser
de interés para la comunidad y que se transmiten y difunden a través
de los medios de comunicación.
Pero hay otras muchas funciones informativas que son realizadas por un
periodista y para las que se especializa: la búsqueda del acontecimiento,
la selección de las noticias, la producción de los contenidos,
la transmisión de los mensajes.
Para ser periodista se requieren ciertas características, algunas
muy difíciles de cumplir, como:
- La vocación. Recuerda: hay que ser cotilla, pero también
hay que saber contarlo.
- La formación académica. Ya te he comentado lo importante
que es acudir a la Universidad. Pero además hay que completar
esa formación con cursos, prácticas, colaboración,
seminarios, jornadas, talleres, etc.
- La autonomía del periodista. El periodista tiene que intentar
ser independiente ante el lector y ante los poderes establecidos. La
Constitución Española contempla, por ejemplo, dos temas
que ayudan al periodista a mantener su autonomía: el secreto
profesional y la cláusula de conciencia.
- La responsabilidad. Todos estamos obligados a cumplir unas normas.
Al periodista, cumplir las normas deontológicas le va a permitir
separar la actividad deseable de la que no lo es. Te decía antes
que hay que saber contar las cosas, pero no es menos importante saber
que no todas las cosas se pueden contar. Qué difícil es
hablar de principios éticos, y sin embargo, qué importantes
son.
¿Cumples el perfil? ¿Quieres ejercer esta profesión?
Los primeros pasos serán muy duros. Muchas horas de trabajo y,
a veces, la exigencia en cuanto a tu disponibilidad será total.
No se llega a director o ejecutivo con despacho y buen sueldo tan rápido
como parece en las películas o en las series de televisión.
Las presiones sociales, del político de turno, de esas personas
con las que te cruzas todos los días, pueden dar al traste con
tus principios, tus deseos, tu profesionalidad. Mantente firme y aprende
a negociar.
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