A través del Istmo de Corinto se llega a la
península conocida con el nombre de Peloponeso,
zona montañosa con costas muy recortadas. El Istmo fue
abierto a la circulación marítima en el siglo XIX con la
construcción del canal de Corinto y quedó desde entonces
unido sólo artificialmente por medio de un puente.
A ambos lados del Istmo se hallan dos
ciudades importantes: Corinto y Megara. Antiguas
regiones de la península: Acaya, Élide, Arcadia,
Argólide, Laconia y Mesenia; Acaya, al norte del
Peloponeso, nunca tuvo importancia histórica.
Élide, en
la costa oeste, tiene la ciudad de Olimpia, centro de
culto a Zeus y sede de los juegos olímpicos desde el 776
a. C. En esta región hay zonas de cultivo y extensiones
de matorrales, la atraviesan los ríos Peneo y
Alfeo.
Arcadia es la
única región sin salida al mar: rural y conservadora,
famosa por la vida pastoril. Sus ciudades más
importantes son Mantinea y Tegea. Esta región no tenía
influencia doria.
La Argólide fue la zona
más importante en época micénica, con ciudades como
Micenas y Tirinto. En época clásica la capital era
Argos, eterna rival de Esparta, ciudad dedicada a la
artesanía, sobre todo del bronce. Otra ciudad importante
fue Epidauro, santuario consagrado a Asclepio, el dios
griego de la salud.
Laconia en el valle
del Eurotas, entre los montes Taigeto y Parnón y con
pocos puertos. La capital era Esparta, llamada también
Lacedemonia.
Mesenia, al sudoeste, con la ciudad de
Mesenia y el puerto de Pilos, fue una región ocupada muy
pronto por
Esparta.
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