| 
     | 
    
    II. La noticia
    La noticia, como estructura narrativa que es, presenta
    los siguientes rasgos diferenciales con respecto a la narración en general: 
    
      
      
        
           | 
          Noticia | 
          Narración | 
         
        
          | 
            TIPOLOGÍA
             
            EXPRESIVA
            | 
          
          Género periodístico.
           | 
          
          Forma de expresión literaria.
           | 
         
        
          | 
             FINALIDAD 
           | 
          
           Reflejar la realidad escuetamente.
            | 
          
           Contar de forma amena e interesante hechos reales o imaginarios.
            | 
         
        
          | 
             
             
            CARACTERÍSTICAS
             
           | 
          
          Se cuentan los hechos desde fuera y de forma distanciada, de la
          manera más objetiva posible y evitando los juicios de valor.
           | 
          
          El narrador es libre de adoptar el orden de la narración y el
          punto de vista más adecuado para su historia.
           | 
         
        
          | 
              
             ESTRUCTURA
            | 
          
           Los hechos deben presentarse en primer lugar, dejando para el final
          los datos y detalles menos representativos.
            | 
          
          En el relato literario clásico, los datos más
          importantes se guardan para el desenlace de la historia.
           | 
         
       
      
     
    La noticia es el género periodístico por excelencia:
    trata de informar, con el menor número de palabras posible (brevedad), de
    lo esencial de un hecho. Relata un acontecimiento actual y novedoso que
    interesa al lector, aunque muchas veces lo que se produce con inmediatez no
    es el hecho en sí, sino el descubrimiento de un hecho que ocurrió hace
    tiempo y que ahora se hace público. 
    Es el género más cercano a la objetividad del
    periodista. La información transmite datos y hechos concretos, nunca
    opiniones; por eso la primera persona del singular no tiene cabida en ella
    y, en ocasiones, la noticia ni siquiera lleva firma y su estilo es frío e
    impersonal. 
    
      - 
        
      
      Características lingüísticas:
         
          - 
            
Claridad, puesto que se escribe para un lector heterogéneo, que
        puede tener muchos niveles culturales. Es preferible utilizar los verbos
        en voz activa y en tiempo presente, así como evitar la ambigüedad,
        huyendo tanto de las palabras muy generales o palabras comodín como de
        las muy especializadas.  
          - 
            
Concisión, ya que el lector, comúnmente, no suele tener mucho
      tiempo. Las frases deben ser cortas, con una extensión máxima
      aconsejable de 20 palabras; la estructura preferida es sujeto, núcleo
      verbal y predicado. Conviene variar la longitud y estructura de las frases
      y los párrafos para mantener el interés del lector, puesto que
      normalmente no lee el periódico con la necesaria concentración.  
         
       
      - 
        
Proceso de elaboración de la noticia:
         
          - 
            
    Localización de los acontecimientos. Hay que procurar que el
        hecho que se desea reseñar sea original y que llame la atención del
        lector. Los centros de interés de una noticia son:
             
              - 
                
      
      La proximidad. Al lector le interesan más los hechos que
        ocurren cerca de su entorno.  
              - 
                
La actualidad. Lo más reciente es lo que más interesa.  
              - 
                
La rareza. Un hecho raro y curioso, poco frecuente, será noticia
      precisamente por su anormalidad.  
              - 
                
La continuidad. La espera de un desenlace también despierta la
      atención de los lectores.  
              - 
                
La personalidad del protagonista. Un suceso irrelevante,
      protagonizado por un personaje popular, adquiere dimensiones de verdadero
      acontecimiento.  
              - 
                
El interés humano. Son los acontecimientos que apelan
      fundamentalmente a la emotividad del lector.  
              - 
                
Los conflictos entre personas relevantes, el sexo, la cultura
      y los avances médicos y científicos, el espectáculo
      y el ocio.  
             
           
         
       
      - 
        
   
    Realización de una sinopsis. Es un resumen del mensaje que
        queremos comunicar, el hilo conductor que seguiremos más tarde para su
    redacción.  
      - 
        
Elección de la estructura de la redacción.
         
          - 
            
      
      Estructura externa. La noticia, en su configuración formal,
      consta de los siguientes apartados:
             
              - 
                
    Antetítulo. Explica algunos detalles complementarios y es
      opcional.  
              - 
                
Titular. Es lo primero que vemos y condensa la idea central de toda
    la noticia. Ocupa un lugar destacado y separado del grueso del texto e
    identifica visualmente el espacio de la noticia y la distingue de las
    demás. Conviene escribirlo después de haber construido la entradilla, pues
    así se tiene claro qué se debe destacar. Al redactarlo, es necesario tener en
    cuenta los siguientes aspectos:
                 
                  - 
                    
    Debe captar la atención  del lector, pero evitando el
          sensacionalismo.  
                  - 
                    
Ha de ser claro y preciso. El mejor titular es el más corto.  
                  - 
                    
Los verbos siempre van en presente.  
                  - 
                    
No se emplean siglas.  
                 
               
              - 
                
    Subtítulo: tiene la función de completar el título o hacer
      referencia a ideas secundarias que se quieren resaltar.  
              - 
                
    Entradilla, lid o "lead". Es el primer párrafo de la
      noticia y puede tener diferentes tipografías. Contiene las claves de la
      información, de tal manera que con sólo su lectura se comprenden los
      contenidos principales de toda la noticia. Ha de atenerse a las siguientes
      características:
                 
                  - 
                    
Debe llamar la atención del lector para que éste lea todo
          el cuerpo de la noticia.  
                  - 
                    
Ha de ser breve y contar lo esencial, pero no
          contarlo todo. No es un resumen. Si el lector lee dos veces lo mismo
          terminará aburriéndose.  
                  - 
                    
La forma más fácil y completa de redactarla es respondiendo a las
          5 W (preguntas que en inglés comienzan por dicha letra: what?,
          who?, where?, when?, why?).  
                  - 
                    
Sintaxis sencilla (sujeto, núcleo del predicado y
        complementos).  
                 
               
              - 
                
    Cuerpo. Desarrolla la noticia con todos los detalles de que
      dispone o quiere ofrecer la redacción, poniendo en antecedentes al lector
      e informándole sobre las reacciones o consecuencias derivadas del hecho.
      Suele recoger otras ideas secundarias que matizan la principal. El
      párrafo final incluye los datos y detalles menos importantes, pues es
      esta parte la que se elimina cuando falta espacio o se reajusta el texto.  
              - 
                
    En general, el texto está dividido en párrafos, parte del
        mismo comprendida entre dos puntos y aparte, que contiene una idea
        simple. En periodismo, muchas veces se emplea el párrafo partido,
        es decir, una idea simple es expresada en varios párrafos unidos por
        palabras y frases de transición porque tal estructura facilita
        visualmente la lectura apresurada y permite al periodista introducir
        datos nuevos en cualquier lugar del texto sin romper la coherencia de la
        narración y sin tener que rehacer la noticia entera.  
             
           
          - 
            
      
      
      Estructura interna. El contenido de una noticia puede estar
      distribuido de tres formas básicas:
             
              - 
                
    Estructura de pirámide: el relato sigue un orden cronológico
        en el que lo actual, nuevo e interesante se encuentra hacia el final del
        texto.  
              - 
                
Estructura de pirámide invertida, que consiste en elaborar la
        información empezando por lo más importante. El resto del texto son
        detalles, complementos y ambientación. Es la más utilizada.  
              - 
                
Estructura de pirámide truncada: es una combinación de las dos
        anteriores, con la que se pretende conciliar el interés de los hechos
        con un orden cronológico en el relato.  
              - 
                
En cualquiera de los tres casos, la parte ancha de la
        pirámide contiene la contestación a siete preguntas sobre el hecho que
        se convierte en noticia:
                 
                  - 
                    
    Qué: los acontecimientos que han sido noticia.  
                  - 
                    
Quién: protagonistas o antagonistas de los hechos.  
                  - 
                    
Dónde: informa sobre el lugar de los hechos.  
                  - 
                    
Cuándo: nos dice en qué período de tiempo se produjo.  
                  - 
                    
Por qué: desarrolla los motivos de los acontecimientos y sus
        antecedentes. Ésta es la más importante de la prensa escrita.  
                  - 
                    
Cómo. Relata los acontecimientos tal y como ocurrieron.  
                  - 
                    
Quién le ha informado: al conocer las fuentes, el lector
        estará en la posición de decidir y valorar la noticia.  
                 
               
             
           
         
       
     
    [^] 
    III. Artículo de opinión o literario
  Forma parte de los llamados géneros de opinión de la
  prensa, los cuales hacen tomar al lector una posición a favor o en contra de
  los hechos. Estas páginas dedicadas a la opinión deben estar firmadas y bien
  delimitadas en el periódico porque no es lícito ni honesto ofrecer la
  opinión como si fueran hechos objetivos. 
  El artículo es el género de mayor libertad del diario y
  otra de las fuentes de las que mana la literatura en los periódicos: puede
  tratar todo tipo de temas y su enfoque puede ir desde la más estricta
  objetividad hasta el lirismo encendido, el humor o la sátira. Es elaborado
  por personas ajenas a la plantilla del periódico que reflexionan sobre un
  tema y presenta las siguientes características generales: 
  
    - 
      
Predomina la subjetividad, al contener el pensamiento u opinión
      particular de una persona.  
    - 
      
Responde a una finalidad didáctica, hasta el punto de que
      algunos artículos adquieren naturaleza de ensayo.  
    - 
      
La primera frase, el primer párrafo, es esencial, pues debe
      enganchar al lector.  
   
    El artículo también puede adoptar las siguientes formas
    diferenciadas: 
  
    - 
      
Comentario. Texto que contiene opinión, pero también
    interpretación sobre cuestiones políticas y se incluye, por tanto, dentro
    de las secciones de Nacional o Internacional.  
    - 
      
Tribuna libre. Son artículos de cierta extensión escritos por
    personas que, sin ser profesionales de la información, tienen opiniones
    autorizadas sobre determinados temas que les interesan y sobre los que,
    además, son especialistas.  
    - 
      
Columna. Es un artículo breve que sólo ocupa una columna del
    periódico y cuya finalidad es interpretar, orientar y valorar la
    información. Se caracteriza por una libertad absoluta. Va firmado, por lo
    que la responsabilidad del texto es del autor, que escribe periódicamente
    en el mismo espacio sobre diferentes temas. La necesaria concentración
    obliga al redactor a aguzar el ingenio y a crear una obra completa y de
    interés en límites reducidos.  
   
    [^] 
    IV. El diario
  El nombre de diario proviene del hecho de que,
  aparentemente, se escribe cada día. Su valor radica en que cualquier cosa
  puede ser contada en él, y de cualquier manera. Unos recorren la vida de su
  autor, otros reflejan sólo un período concreto de su existencia. Los hay que
  están redactados con orden, consignando la fecha y el lugar desde donde se
  escriben, pero también encontramos diarios que son fragmentos perdidos de la
  realidad, sin indicaciones temporales y espaciales, aunque estén presentes de
  un modo implícito (si desaparecieran dejaría de ser un diario)... 
  El autor de un diario escrito como género literario para
  su publicación finge que el lector no existe a la vez que es perfectamente
  consciente de su presencia. 
  Escribir un diario puede presentar las siguientes
  utilidades: 
    
      - 
        
Rescatar instantes de nuestra vida que, de otra manera, se perderían
      irremediablemente.  
      - 
        
Autoconocernos mejor, puesto que el yo del autor dialoga consigo mismo.  
      - 
        
Servir como entrenamiento para el aprendizaje de la escritura literaria.  
     
  El diario presenta las siguientes características: 
  
    - 
      
Aborda la intimidad del autor y refiere situaciones personales de su
      entorno más cercano.  
    - 
      
Autor y narrador coinciden, pues son una misma persona.  
    - 
      
Está escrito en conexión constante con el momento presente. El tiempo
      verbal empleado es, pues, el presente de indicativo, que refuerza la
      credibilidad del lector al coincidir el tiempo de la escritura
      ("ahora") con el tiempo siempre presente de la lectura.  
    - 
      
Presenta un estilo fragmentario, pues salta de un tema a otro, de un
      suceso a una reflexión, de una impresión a un recuerdo; lo que le da
      unidad es la personalidad y la vida de quien escribe.  
    - 
      
Requiere una periodicidad en el tiempo. Unas cuantas anotaciones
      dispersas no conforman un diario.  
    - 
      
La explicitación del topónimo del espacio en el que sucede lo narrado
      puede deberse a una actitud de relación emotiva con ese lugar.  
   
  El diario, como estructura narrativa de ficción, es una
  variante del punto de vista en primera persona: el protagonista cuenta la
  historia a su diario y así el lector recibe información de primera mano. 
    [^] 
    V. Biografía y autobiografía
  La biografía, según la define el diccionario de la R.A.E.,
  es la historia de la vida de una persona. 
  La persona que desempeña la labor de contarla es el
  biógrafo, oficio éste que se asemeja a una labor detectivesca, pues el autor
  quiere recuperar la verdad, quitar al mito sus ropajes de artificio para saber
  qué ser humano vivió debajo. El biógrafo también ejerce de historiador,
  pues debe relacionar la vida de la persona con el entorno en que vivió, ya
  que sólo así podremos llegar a entenderla. 
  Tipos de biógrafos:
  
    - 
      
Biógrafo-testigo. El narrador es una persona cercana al personaje
    protagonista y forma parte, por tanto, de la historia que cuenta, por lo que
    su mirada es personal y subjetiva.  
    - 
      
Biógrafo-investigador. No presenció los hechos que narra y, por
    tanto, lo hace de forma objetiva e histórica.  
   
  Sus características más relevantes son:
  
    - 
      
Utiliza el punto de vista de la tercera persona. La mayoría de
      las veces, el narrador es un testigo ajeno a la vida de su biografiado, lo
      cual le permite obrar con cierta libertad a la hora de exponer juicios,
      valorar, etc.  
    - 
      
Veracidad. El autor cuenta una historia verídica sobre una persona
    real basada en hechos también reales, que se apoya en documentación y
    testimonios.  
    - 
      
Elección adecuada de aquellos acontecimientos que sirvan
    para conocer mejor al protagonista. Una labor esencial del biógrafo es la
    selección de aquellas cartas, documentos, testimonios... que le resulten
    más interesantes y sirvan para iluminar una parte de la vida del
    biografiado o para mejor entender su obra.  
    - 
      
Estructura lineal que sigue cronológicamente todas las edades del
    biografiado.  
    - 
      
Relacionar la vida y obra del protagonista con el momento histórico
    que le tocó vivir, puesto que este último aspecto influye decisivamente en
    el primero.  
   
    
    Tipos de biografías: 
  
    - 
      
Biografía documental. Intenta reconstruir lo más fielmente posible
    la vida del personaje.  
    - 
      
Biografía novelada o novela biográfica. El autor se introduce en
    la mente del biografiado e imagina lo que pensó o sintió e interpreta los
    hechos, pero respeta siempre los datos verídicos.  
    - 
      
Autobiografía. Relato retrospectivo que emplea la primera persona,
    en el que el tema tratado es la propia existencia de su autor. El lector
    asiste, pues, a una imagen desenfocada del pasado del protagonista, pues
    éste ha podido modificar episodios embarazosos o bien ocultar información
    importante.  
    - 
      
Autobiografía novelada. El biógrafo recrea en primera persona la
    vida del biografiado.  
   
    
    Proceso de elaboración de biografías: 
  
    - 
      
Elección de un personaje suficientemente interesante como para
      desempeñar la labor investigadora con la necesaria motivación, al tiempo
      que se destacan los aspectos de él que más interesan al biógrafo para
      después profundizar en ellos.  
    - 
      
Determinación del tipo de lector al que va dirigida la biografía. La
      narración podría variar teniendo en consideración si el lector
      potencial conoce o no al biografiado y, por tanto, tiene una idea u
      opinión sobre él.  
    - 
      
Realización de un cuadro cronológico de su vida, consignando la fecha
      y lo que ese momento significó en la existencia del protagonista.
      También se determina en qué períodos y aspectos de la vida del
      personaje centrará preferentemente su atención el biógrafo.  
    - 
      
Recopilación y evaluación cuidadosa de los datos, testimonios y
      documentos (correspondencia, diarios, apuntes personales, periódicos de
      la época y biografías de otros autores) sobre el personaje en diferentes
      fuentes de información:  
   
  
    
      - 
        
El mismo biografiado, si vive.  
      - 
        
Familiares.  
      - 
        
Personas de su entorno: amigos, condiscípulos...  
      - 
        
Otras personas: libreros, coleccionistas...  
      - 
        
Archivos públicos: históricos, municipales, parroquiales...  
      - 
        
Bibliotecas y hemerotecas.  
      - 
        
Asociaciones y colegios profesionales.  
      - 
        
Instituciones académicas, culturales, etc.  
     
   
  
    - 
      
Recopilación de información sobre el entorno histórico del individuo
      biografiado para entender mejor su vida y su obra.  
    - 
      
Clasificación de la información obtenida empleando un sistema de
      fichas que permita desplegar los materiales, compararlos y ordenarlos. Las
      fichas se pueden agrupar de la siguiente forma:  
   
  
    
      - 
        
Aspectos principales de la vida del personaje (infancia, viajes...)
        con sus apartados correspondientes (formación académica, estancia en
        la universidad...)  
      - 
        
Referencias documentales que posteriormente deberán citarse en la
        obra.  
     
   
  
    - 
      
Selección de los datos y acontecimientos que se consideran más
      relevantes.  
    - 
      
Ordenación cronológica de los acontecimientos.  
    - 
      
Elección del tono con el que se va a contar la historia, según se
      quiera reforzar el imaginario colectivo sobre ese personaje o, por el
      contrario, se prefiera desmitificarlo: de adhesión, irónico,
      sarcástico, intimista, frío...  
    - 
      
Redacción del texto de manera clara, persuasiva y amena.  
   
    [^] 
    VI. La descripción objetiva o técnica
  Cuando explicamos las características de algo, podemos
  reflejarlas de dos maneras: de un modo subjetivo, es decir, tal y como
  nosotros las percibimos; o de un modo objetivo, es decir, representándolas
  tal y como son. El primer tipo de descripción es la que denominamos
  subjetiva, estética o literaria que ya hemos visto en Tipologías
  textuales.  Descripción. 
  El segundo tipo de descripción es la que conocemos como
  descripción objetiva o técnica. Su intención es práctica y trata de
  informar de las características de lo representado sin emitir valoraciones
  personales y de una manera ordenada, precisa y clara. Para informar de una
  manera más exacta, este tipo de textos suele ir acompañado de imágenes que
  completan la información verbal. 
  Presenta las siguientes características: 
  
    - 
      
Las definiciones han de cumplir los siguientes requisitos:
       
        - 
          
Deben ser más claras que lo definido.  
        - 
          
El nombre de lo definido no debe entrar en la definición. No podemos
        decir, por tanto: La circunferencia es una circunferencia redonda y
        plana.  
        - 
          
La definición ha de convenir a la totalidad de lo definido, por lo
        que primero clasifica el objeto definido y después se enumeran los
        rasgos que lo diferencian de otros de su misma clase: La
        circunferencia es una línea curva, cerrada y plana, cuyos puntos
        equidistan todos, de otro interior, llamado centro.  
        - 
          
La definición y lo definido pueden permutar sus lugares de sujeto y
        predicado en la oración sin que ésta sufra merma en su significación.  
       
     
    - 
      
Empleo de palabras denotativas. El significado de las palabras hace
      referencia a la definición que de las mismas da el diccionario.  
    - 
      
Precisión rigurosa en el empleo de la lengua y en la reproducción de
      los detalles.  
    - 
      
Utilización de tecnicismos propios del oficio, arte, industria o
      ciencia a la que corresponda el contenido de la descripción.  
    - 
      
Los sustantivos concretos proporcionan una rigurosa exactitud a la
      descripción.  
    - 
      
Los adjetivos especificativos y pospuestos seleccionan al sustantivo al
      que califican dentro de un grupo y evitan ambigüedades significativas.  
    - 
      
Empleo de oraciones enunciativas, según la actitud del hablante, y de
      oraciones copulativas, según la naturaleza del predicado.  
    - 
      
El constante uso del presente de indicativo aporta un valor habitual o
      atemporal a la descripción.  
    - 
      
El uso indiscriminado de la tercera persona favorece la
      impersonalización del texto.  
   
      La descripción objetiva presenta la siguiente tipología: 
  
    - 
      
Técnica: informa sobre los aspectos que permiten a un usuario
    entender en qué consiste y cómo se utiliza un producto.  
    - 
      
Científica: a través de ella, los científicos ofrecen
    información sobre objetos, procesos, fenómenos científicos.  
    - 
      
Referencial: informa con finalidades divulgativas o didácticas.
      Por ejemplo:
    la información enciclopédica.  
    - 
      
Retórica: pretende dar a conocer y persuadir. Puede incluir figuras
    literarias, pero no con una intención estética, sino persuasiva. Por
    ejemplo: el folleto turístico.  
   
      La realización de una descripción objetiva o técnica
      presenta los siguientes pasos: 
  
    - 
      
Observación. El autor tiene que observar –mirar con atención-
      previamente lo que pretende describir.  
    - 
      
Enumeración de los elementos. Para evitar olvidos, el primer paso
    consistirá en hacer una lista lo más completa posible de los distintos
    elementos, donde se incluyen también posibles sinónimos para elegir, en la
    redacción definitiva, el término más adecuado.  
    - 
      
Selección. El autor considera los datos recibidos y los valora,
    entresaca lo esencial y rechaza los detalles superfluos. Debe hacer una
    selección, evitando ser prolijo.  
    - 
      
Ordenación. A la hora de redactar, necesitamos seguir un criterio
    de ordenación de los rasgos observados:
  
  
       
        - 
          
Espacial:
           
            - 
              
De arriba abajo o viceversa.  
            - 
              
De dentro afuera o viceversa.  
            - 
              
De lo más próximo a lo más alejado o viceversa.  
           
         
        - 
          
Temporal.  
        - 
          
De lo general a lo particular o viceversa.  
        - 
          
Por el tamaño.  
        - 
          
Por la forma.  
        - 
          
Datos esenciales antes que los secundarios o viceversa.  
       
     
    - 
      
Redacción. Es el resultado de todos los pasos anteriores, la
    descripción propiamente dicha realizada con una expresión adecuada:
  
  
       
        - 
          
El lenguaje debe ser claro, preciso y conciso.  
        - 
          
Es fundamental el uso de frases breves, sencillas y perfectamente
    estructuradas.  
       
     
   
    [^] 
    VII. El debate
  El debate es una técnica de expresión oral que implica
  una discusión entre al menos dos grupos distintos de opinión sobre un
  determinado tema. Cada persona argumenta su postura, es decir, trata de
  justificar sus ideas mediante razones más o menos convincentes. 
  Conjuntamente se elabora un guión mínimo para que cada
  participante sepa los puntos fundamentales que, en principio, se van a tratar
  y puedan prepararlos, ordenar sus ideas, buscar datos y documentación, etc.
  Por supuesto, no se trata de un guión rígido, ya que tiene que dar cabida a
  todas aquellas cuestiones que vayan saliendo a lo largo del coloquio. 
  Cada interlocutor, por su parte, debe preparar un guión
  individual que recoja las ideas fundamentales que piensa exponer, las
  anécdotas con que va a ilustrarlas, etc. 
  El moderador se encarga no sólo de ceder la palabra
  a los interlocutores que la vayan pidiendo, sino también de encauzar y
  dirigir el coloquio. 
  Las  características básicas del debate son las
  siguientes: 
  
    - 
      
El tema elegido tendrá que ser único.  
    - 
      
Tiene que haber al menos dos grupos distintos de opinión. Si hay un
      acuerdo básico entre los participantes, difícilmente puede surgir un
      debate.  
    - 
      
Hay que prever su duración para agotar los argumentos y procurar no
      interrumpirlo por falta de tiempo.  
    - 
      
El respeto hacia el otro y sus ideas es un principio esencial.  
    - 
      
El tiempo hay que repartirlo equitativamente, procurando ser breves y no
      acapararlo para nosotros con exclusividad.  
    - 
      
Cuando uno de los interlocutores hace referencia a algo que ha dicho
      otro, es costumbre que este último intervenga "por alusiones",
      aunque no sea su turno.  
    - 
      
Es necesario no dar rodeos y ceñirse al tema propio del debate.  
    - 
      
Debemos ser claros en nuestras intervenciones.  
    - 
      
Debemos ser amenos, usando el humor y la ironía –sin faltar al
      respeto- para romper posibles tensiones y evitar las subidas de tono, las
      voces y el diálogo de sordos.  
    - 
      
El debate se cierra con un resumen de las posiciones de los
      participantes con el fin de que los posibles oyentes conozcan mejor el
      tema debatido y vayan formándose una opinión personal al respecto.  
   
    La  estructura del debate consta de los siguientes
    apartados: 
  
    - 
      
Presentación general a cargo del moderador.  
    - 
      
Breve exposición, por parte de cada participante, de su postura
      en torno al tema.  
    - 
      
Intercambio de opiniones e información.  
    - 
      
Conclusiones finales.  
   
    [^] 
    VIII. La tertulia literaria
  Una tertulia literaria consiste, simplemente, en la
  reunión de un grupo de aficionados a la lectura que fijan con dos semanas de
  antelación un libro para leerlo y se reúnen después para hablar y opinar
  sobre él. Se parte, pues, de un texto, se continúa con un intercambio de
  ideas, y se termina con la deducción de unas consecuencias que permitan la
  aplicación de lo tratado a la realidad de cada participante. Todo se realiza
  en un ambiente serio, pero a la vez informal y de camaradería. 
  Se trata, pues, de una actividad en que la lectura pierde
  su carácter de placer solitario para convertirse en una experiencia
  compartida que aporta, además, las siguientes utilidades: 
  
    - 
      
Son eminentemente participativas, por lo que el alumno se desinhibe y se
      acostumbra a hablar en público con corrección y a argumentar.  
    - 
      
Facilitan la escucha y comprensión de los demás y disminuyen
      prejuicios, dogmatismos y autoritarismos.  
    - 
      
Su atmósfera relajada fomenta unas relaciones de mayor cordialidad
      entre los alumnos y entre profesor-alumno.  
    - 
      
Ayudan a pensar con claridad y orden, pues permiten la adopción de una
      posición personal que se ve enriquecida al confrontarla con la que toman
      quienes nos acompañan.  
    - 
      
Fomentan el espíritu crítico y la sensibilidad literaria.  
    - 
      
Permiten descubrir, valorar y asimilar el significado total o parcial de
      la obra leída.  
   
  La práctica de la tertulia enseña que su funcionamiento
  no se puede abandonar a la improvisación, sino que hay que someterla a unas
  mínimas normas para hacerla efectiva: 
  
    - 
      
Elección del texto literario. La obra debe de cumplir la propiedad
    de la adecuación al grupo que participe en la tertulia. Su temática tiene
    que ser rica, variada, profunda e interesante. Ha de ser capaz también de
    alimentar un diálogo amplio, tipificar actitudes fundamentales del ser
    humano y desencadenar una reacción en el grupo por antipatía o simpatía.
    Por último, el texto ha de ser lo suficientemente original como para ser
    leído con agrado y estar expresado en un lenguaje accesible.  
    - 
      
Número de participantes. No deben ser más de doce o quince
    personas, con objeto de permitir que todos participen y que en ningún
    momento se perciba la sensación de pobreza si fueran pocos, o la de que se
    ahoga la participación, si el número de alumnos fuera excesivo.  
    - 
      
Disposición del grupo. La disposición en semicírculo favorece la
    realización de las tertulias, pues de esta forma todos los participantes
    pueden verse y estar a la misma altura.  
    - 
      
Moderador. Puede ser el mismo profesor o un alumno que se preste
    voluntario. Se encarga de que el diálogo se desarrolle de una manera
    adecuada y que el tema se aborde con profundidad:  
   
  
  
    
      
  
    Debe crear una atmósfera de simpatía, donde cada participante pueda
    expresar sus ideas con espontaneidad y libertad, y donde todos se escuchen,
    hablen en orden y no se interrumpan. 
  
    Tiene que animar y dar seguridad a los participantes. 
  
    Tiene que tener capacidad de síntesis para resumir lo esencial, dejando
    de lado lo anecdótico. 
  
    Ha de mantenerse neutral, es decir, no intervenir en la tertulia con las
    propias ideas. 
  
    Ha de conceder la palabra democráticamente y ser capaz de formular
    preguntas, tiene que tener habilidad para mitigar a los más lanzados y para
    alentar a los más tímidos, así como para ayudar al grupo a salir de los
    atolladeros. 
  
  
  
    - 
      
Los participantes. Su presencia y participación son decisivas. Si
    éstos no participan y se sitúan como meros espectadores pasivos, no se
    produce la necesaria comunicación:  
   
  
  
    
      
  
    Tienen que participar con deseo de aprender y relajados. Les ayudará
    apuntar las ideas ajenas y propias que vayan surgiendo. 
  
    Conviene madurar las propias ocurrencias, tomar nota de las mismas y
    esperar el momento en que le den la palabra. 
  
    Ha de aportar una idea cada vez y tratar de expresarla con claridad. 
  
    Si no es necesario, no debe desviar el tema que se está tratando. 
  
    Debe evitar la agresividad, ser respetuoso con los demás y no tratar de
    cambiarlos o convertirlos. 
  
    Ayuda a desarrollar la capacidad de escucha el intentar repetir la
    opinión de los otros. 
  
  
  
    - 
      
Guión. No se trata de un esquema rígido que hay que seguir en su
    totalidad, sino de un punto de partida flexible que servirá al moderador
    para orientar el diálogo:  
   
  
  
    
      
  
    Línea argumental, forma expresiva y estilo. 
  
    ¿Qué otro título le hubieras puesto al libro? ¿Por qué? 
  
    Análisis de los personajes y de sus relaciones. 
  
    Coordenadas espacio-temporales. 
  
    Análisis de las situaciones más interesantes. 
  
  
    [^] 
  IX. La mesa redonda
  En la técnica de expresión oral que denominamos
  "Mesa Redonda", un equipo de expertos expone sucesivamente ante el
  grupo diferentes puntos de vista sobre un determinado tema. 
  
  Los alumnos participantes en la mesa deben documentarse
  ampliamente sobre los contenidos que cada uno va a exponer y mostrar habilidad
  suficiente para exponer y defender con argumentos sólidos su posición. 
  El coordinador abre la sesión, presenta el tema, el
  procedimiento a seguir y a los diferentes expertos, advierte al grupo de
  oyentes que sólo podrán hacer preguntas al final, ofrece la palabra al
  primer ponente y la irá cediendo alternativamente también a los demás. Cada
  ponente dispone de diez minutos y, si se pasa del tiempo, el coordinador se lo
  advertirá pasándole una nota por escrito. 
  Conviene que la duración de la "Mesa Redonda" no
  exceda los 50 minutos para permitir luego las preguntas que desee formular el
  auditorio. 
    [^] 
    X. La encuesta
  Es una técnica de acopio de información que se obtiene
  mediante consulta o interrogatorio, generalmente de manera anónima, referente
  a estados de opinión, costumbres, nivel económico o cualquier otro aspecto
  de la actividad humana (saber si se debe o no mejorar un servicio, cuáles son
  los productos de mayor consumo, qué tipo de publicidad sería más efectiva
  para un producto concreto...). 
  Los pasos necesarios para su realización son los
  siguientes: 
  
    - 
      
Selección de una muestra representativa de personas a las que se va
    a encuestar.  
    - 
      
Elaboración del cuestionario, teniendo en cuenta las siguientes
    normas:  
   
  
    
      - 
        
Las preguntas han de ser muy concretas, breves y claras, para evitar
        que se conteste a una pregunta sin comprenderla.  
      - 
        
La precisión es también un requisito esencial, pues evita que los
        encuestados interpreten las preguntas de manera distinta y las
        respuestas, por tanto, no sean comparables.  
      - 
        
Hay que evitar en todo momento influir en la opinión de los
        encuestados.  
      - 
        
Las preguntas pueden ser:  
     
   
  
    
    
      - 
        
Abiertas. Son preguntas que admiten respuestas libres: ¿Qué
      periódico lee usted los fines de semana?  
      
      - 
        
Cerradas. Son preguntas con respuestas concretas: ¿Cuántos
      libros ha leído usted en el último mes? Ninguno – Entre 1 y 5 – Más
      de cinco.  
       
     
     
  
  
    - 
      
Realización de la encuesta. En general, se prefiere la entrevista
    presencial o por teléfono, más que la enviada por correo, pues así el
    emisor se asegura las respuestas. La función de intermediario entre quien
    encarga la recogida de información y el entrevistado la ejerce el
    encuestador o persona encargada de realizar las preguntas.  
    - 
      
Ordenación de los datos. Una vez recogida toda la información, se
    suman las respuestas que coinciden y se analizan por porcentajes sobre el
    número total de personas encuestadas. Estos resultados se reflejan en forma
    de tablas numéricas, gráficos circulares o de barras, etc.  
    - 
      
Interpretación de los datos. El objetivo final de toda encuesta es
    el permitir extraer conclusiones de los resultados.  
   
    [^] 
    XI. El diálogo, monólogo y aparte teatrales
  El diálogo teatral es el intercambio verbal
  entre dos o más personajes y sirve para transmitir la acción. Para realizar
  con eficacia su finalidad dramática, el diálogo debe poseer las siguientes
  características: 
  
    - 
      
Claridad. Expresar directamente el pensamiento del personaje.  
    - 
      
Intención concreta. Cuando un personaje habla, no habla porque sí,
    lo hace con una finalidad precisa. Si no es así, el diálogo carece de
    sentido.  
    - 
      
Caracterizar y diferenciar a los personajes. Cada personaje se
    define no sólo por lo que hace, sino fundamentalmente por lo que dice.  
    - 
      
Sugerir el conflicto de la escena.  
   
  El monólogo es el discurso que mantiene un
  personaje sin dirigirse a ningún interlocutor. Habla, pero no espera
  respuesta. El hecho de no esperar respuesta de ningún interlocutor hace que
  las frases sean más largas que las del diálogo, lo cual afecta al ritmo, que
  siempre es más lento. El monólogo establece una cierta complicidad con el
  espectador, que se convierte en receptor de la intimidad de los personajes. El
  monólogo ofrece las siguientes utilidades: 
  
    - Presentar acontecimientos pasados.
 
    - Expresar la emoción íntima del personaje.
 
    - Reflexionar sobre alguna conducta.
 
   
  Algunos especialistas consideran el monólogo como una
  forma textual antidramática. Le reprochan su inverosimilitud, porque al
  hombre solo no se le concibe hablando en voz alta. Debido a este argumento, el
  teatro realista no admite el monólogo a no ser que esté motivado por una
  situación especial, como un sueño, que el personaje se halle bajo los
  efectos de alguna droga o que no esté en sus cabales. 
  El monólogo puede darse de manera autónoma y ser en sí
  mismo una obra completa, o puede presentarse dentro de una obra como fragmento
  de la misma. 
  El aparte es una variante del monólogo. Es
  la intervención de un personaje que se supone se realiza sin conocimiento de
  todos o algunos de los demás personajes que están en escena en ese momento.
  En muchas ocasiones es una reflexión en voz alta, y en otras, una especie de
  confidencia dirigida directamente al público para darle a conocer algo sobre
  el desarrollo de la acción no manifestado en el transcurso de ésta. Es una
  técnica de anticipación y de mantener el interés del auditorio y, a veces,
  constituye también un recurso humorístico. 
    [^] 
      
     |