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IGUALDAD JURIDICA
Como personas todos somos exactamente iguales. Todos merecemos el
mismo respeto. Basta generalizar esta materia valiosa [2.9]. Todos
saldríamos ganando, si nos tratásemos todos en pie de igualdad en
cuanto personas. La
Ley es igual para todos. Toda discriminación en contra de la igualdad
es vista como algo intolerable. Esta igualdad como personas subsiste
por muy diferentes que seamos en cuanto a la naturaleza (altos y
bajos, listos y torpes, negros y blancos, rubios y morenos, etc.).
Jamás una diferencia del mundo de la naturaleza causal puede justificar
una diferencia en derechos. El caso más clamoroso es la discriminación
en razón del sexo. La ley del más fuerte ha consistido por lo general
en extrapolar una diferencia de la naturaleza causal y convertirla
en pretexto para una violación de este valor de igualdad. Toda organización
política, y todo ordenamiento jurídico, que no respete el valor
de la Igualdad de las personas, es mero abuso de autoridad.
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