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SUFICIENCIA
La igualdad política como personas es estricta (aritmética
según los clásicos). Pero la igualdad en bienes económicos es proporcional
(geométrica). No todos necesitan lo mismo. Un astrónomo necesita
acceso a un telescopio. Eso no le hace falta a un fontanero. Pero
ambos han de disponer de lo necesario para ejercer su profesión.
Se toleran aquí algunas diferencias, pero si se sobrepasan ciertos
límites, las desigualdades se hacen odiosas. Todos tienen derecho,
en virtud de este valor, a lo necesario para una vida digna. El
viejo lema "a cada cual según sus necesidades" expresa
el contenido de este valor.
El derecho de propiedad sobre lo ganado con el propio esfuerzo se
funda en otro valor ético, que llamaremos "Trabajo". Es
más alto y débil que Suficiencia. Este último valor también justifica
el derecho de propiedad de los más desfavorecidos a lo que necesiten,
aunque no puedan ganarlo con su trabajo. Esta jerarquía entre Suficiencia
y Trabajo fundamenta el impuesto progresivo sobre la renta de las
personas físicas y la obligación de los países ricos
de ayudar a los países pobres.
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