El visionado de cualquier programa de televisión permite observar con facilidad cómo las cámaras nos enseñan distintos planos del lugar en el que éste se desarrolla, así como de las personas que intervienen en él. Como bien habrás podido comprobar, en ocasiones estas personas aparecen más próximas a nosotros (cuando en pantalla vemos sólo su rostro), o más lejanas (cuando además del rostro podemos contemplar, por ejemplo, todo su cuerpo). Lo mismo sucede con el escenario: las cámaras nos lo pueden mostrar en su totalidad, pero también pueden captar partes o detalles del mismo.
En el caso de la radio, los planos sirven igualmente para marcar distancias y definir espacios, aunque, dadas las características del medio, sólo cabe la posibilidad de hablar de planos sonoros. Sin embargo, este hecho no limita las capacidades expresivas de la radio, por lo que nada impide que, en función de cómo se trabaje la planificación, el oyente pueda visualizar mentalmente ambientes, paisajes, etcétera, aunque en realidad no esté viendo nada.
En esencia, el plano radiofónico no es más que un efecto acústico que genera en el receptor la sensación de que existe una determinada distancia entre él y todos aquellos sonidos que está escuchando. Además, como señala el profesor Armand Balsebre, el plano tiene también un sentido eminentemente espacial, ya que introduce la segmentación perspectiva de la realidad (figura/fondo, tamaño/distancia, paisaje sonoro).
5.2.1 Los planos.
Tipología
Si escuchas cualquier radiofórmula musical, como por ejemplo los
40 Principales, notarás que tanto la voz del locutor como los temas
musicales que se van sucediendo suenan a un mismo nivel de intensidad
y a una distancia que podríamos calificar como de normal, en tanto
que es la habitual en la comunicación radiofónica. Esto
es así porque, en este caso concreto, tanto el sonido de la voz
como el de la música aparecen en el llamado Primer Plano (PP),
es decir, aquel que en la oscuridad radiofónica recrea la distancia
que en otras situaciones correspondería a la comunicación
interpersonal utilizada en las conversaciones cotidianas. Por este motivo,
el Primer Plano expresa o significa amistad, confianza, proximidad y,
lo que es más importante, naturalidad.
Además del Primer Plano, en radio tenemos la posibilidad de trabajar con el Primerísimo Primer Plano (PPP), el Segundo Plano o Plano Fondo (2P) y el Tercer Plano (3P).
Primerísimo Primer Plano: Reconstruye la distancia íntima de la comunicación interpersonal y, bien conseguido, puede generar una doble percepción espacial:
1.-Espacio íntimo: cuando a través de la radio el locutor le habla al oído al oyente, le susurra, o le deja escuchar lo que el radiofonista le dice a alguien al oído. En este contexto, el Primerísimo Primer Plano expresaría proximidad, intimidad, seducción .
2.-Espacio simbólico: cuando a través de la radio, el locutor reflexiona, habla consigo mismo. En este caso, el Primerísimo Primer Plano denotaría misterio, universo expresivo interior, etcétera .
El PPP no suele utilizarse en la radio actual, aunque sí era frecuente
su uso en los espacios de ficción (radionovelas) que en otra época
fueron la estrella de la programación radiofónica en España.
No obstante, en algunos espacios nocturnos o de madrugada existe una cierta
tendencia a acercarse al micrófono, de tal forma que la voz del
locutor o la locutora de turno suena como si nos estuviera susurrando
al oído, en un intento de conseguir una proximidad máxima
con los oyentes .
Por otra parte, en algunas cuñas publicitarias no es extraño
que se haga uso del PPP representando un espacio simbólico.
Segundo Plano y Tercer Plano: Son niveles de intensidad más
bajos, por lo que cuando algún sonido aparece en Segundo o Tercer
Plano (el más bajo de todos), lo percibimos como más lejano
que aquel otro que suena en Primer Plano. Tanto el Segundo como el Tercer
Plano son básicos para generar en el oyente la ilusión de
espacio. Por otra parte, también son esenciales en la construcción
de la perspectiva acústica, la cual se consigue mediante la superposición
narrativamente coherente de distintos sonidos situados en diferentes planos.
Para que comprendas con más claridad la utilidad de estos planos
y lo que acabamos de exponer en el párrafo anterior, vamos explicar
cómo se podría resolver una situación en la que intervinieran
diversos planos y sonidos.
Imaginemos que en la escuela disponemos de una emisora de radio y que nuestro profesor nos ha encargado la elaboración de un reportaje sobre la Costa Brava. Para llevarlo a cabo, recabaremos información acerca de sus playas, los turistas que la visitan cada año, los lugares de mayor interés histórico-artístico, etcétera, y construiremos, también, una secuencia mediante la que nuestros oyentes puedan percibir el ambiente que se respira en una zona marítima como la que le vamos a describir. Con el fin de que la secuencia resulte lo más creíble posible, recrearemos, por ejemplo, un paseo por la orilla del mar. En este caso, una opción válida sería que dos voces en Primer Plano -un locutor y una locutora de nuestra emisora-, hablaran sobre las sensaciones que despierta caminar por la arena de playas hermosísimas, mientras en Segundo Plano suena el efecto olas del mar y en Tercer Plano el trinar de las gaviotas.
Ten en cuenta que, jugando con los planos, podríamos expresar el alejamiento de la pareja de la orilla del mar cuando la secuencia llegara a su fin. Esto se conseguiría, por ejemplo, pasando a Tercer Plano el efecto olas del mar y haciendo desaparecer progresivamente las gaviotas. Sobre estas y otras muchas posibilidades encontrarás más explicaciones en el apartado El montaje y sus técnicas.
Observa que tanto el Segundo como el Tercer Plano tienen sentido a partir de la existencia de un Primer Plano. En realidad, éste último es siempre el punto de referencia, lo que en su libro Le langage radiophonique Etienne Fuzellier denomina el Punto Aquí.
¿Cómo construir los planos?
Si partimos de la base de que los planos están estrechamente relacionados
con la intensidad a la que escuchamos un determinado sonido, la radio
ofrece diversas opciones para que los locutores puedan recrear sin mayores
complicaciones cada uno de ellos.
Tratamiento fonológico: Con una simple variación del volumen de la voz, el radiofonista puede representar cualquiera de los planos (Primerísimo Primer Plano, Primer Plano, Segundo Plano y Tercer Plano).
Distancia con respecto al micrófono: En función de la cercanía o lejanía que mantenga con respecto al micrófono, el sonido de la voz del locutor resultará más alto o más bajo y, por tanto, podrá representar también, de esta otra forma, los distintos planos radiofónicos.
Tratamiento técnico: La mesa de mezclas permite subir o bajar el volumen de la voz del radiofonista, sin que éste tenga que acercarse o alejarse del micrófono. Esta es la tercera alternativa para construir los diferentes planos sonoros.
En relación con la distancia con respecto al micrófono, normalmente el Primer Plano se consigue situándose a un palmo del mismo, mientras que el Segundo Plano se logra colocándose a unos dos metros. No obstante, todo dependerá de las características de la voz de cada locutor, ya que no hay que olvidar que muchas personas hablan habitualmente a un volumen más alto que otras. Por su parte, para ejecutar un Tercer Plano es aconsejable alejarse lo más posible del micrófono e, incluso, darle la espalda.
El Primerísimo Primer Plano es el más difícil de obtener, sobre todo cuando el locutor efectúa un monólogo interior. En este caso, debemos acercarnos todo lo posible al micro, pero desviando ligeramente la boca hacia un lado para evitar los golpes que produce el aire que expulsamos al emitir sonidos oclusivos como las b o las p.
Habitualmente, las músicas y los efectos sonoros aparecen en un plano, desaparecen, o cambian de plano mediante el tratamiento técnico que se hace desde la mesa de mezclas. No obstante, cuando se trabaja con efectos artesanales o con melodías que se ejecutan directamente en el estudio de radio (por ejemplo, un guitarrista como telón de fondo que acompaña un recital de poemas), es posible conseguir primeros, segundos y terceros planos según la distancia que se mantenga en relación con el micrófono.