Una emisora de radio es como cualquier otra empresa, por lo que, para su correcto funcionamiento, precisa de una organización interna más o menos compleja en la que participan diversos agentes (equipos de direccción, cuerpo de redactores, cuerpo de locutores, técnicos/as de sonido, administrativos/as, etcétera), y en la que, para que las cosas vayan bien, se impone una distribución de las tareas por áreas o departamentos específicos.
Los organigramas de las emisoras pueden variar sustancialmente
en función de variables tales como su dimensión -no es lo
mismo una gran emisora que una estación municipal ubicada en un
pequeño pueblo-, su presupuesto, su pertenencia o no a una gran
cadena que opere para toda España, etcétera. Pero, con independencia
de que las estaciones sean de mercado pequeño, mediano o grande,
o de que dispongan de más o menos dinero para pagar a sus trabajadores
o dotarse de la tecnología más avanzada, la variable que
más pesa a la hora de organizar el trabajo en una emisora de radio
es, sin duda alguna, la programación. Ten en cuenta que el engranaje
productivo que debe ponerse en marcha en una red de carácter generalista
o convencional, es decir, aquella que explota distintos contenidos y géneros
programáticos (consulta el bloque sobre La programación
radiofónica), no es el mismo que el de una emisora que se limite
a difundir música las 24 horas del día.
Para que comprendas con más claridad lo que acabamos de comentar,
vamos a exponer diversos organigramas tipo. Ya verás cómo
varían las cosas según esas variables a las que nos hemos
referido.