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> 8 Géneros: ficción
y entretenimiento > 8.2 Formatos
de ficción 8.2 Formatos de ficción La serie es el modelo de ficción más específicamente televisivo. Podríamos definirla como una consecución episódica de relatos cuyo esquema más usual contiene un número de personajes fijos relacionados por unas tramas que: a) se continúan durante varios episodios o en toda la serie como las telenovelas; o b) se concluyen en cada episodio como en Siete vidas o Un paso adelante. Bien cierto es que también se consideran series aquellas cuyo único nexo es temático, a pesar de que cada episodio esté protagonizado por personajes e historias diferentes –Los límites de la realidad- pero son menos habituales. Veamos ahora las características tipológicas de los distintos formatos de ficción, dejando para su desarrollo en epígrafes autónomos a las series propiamente dichas y al cine. La MINISERIE consiste en dos o tres episodios hasta alcanzar una duración entre cuatro y seis horas; todos los episodios poseen una única trama principal que va resolviéndose, episodio tras episodio, como si de un extenso film se tratase. Desde los contenidos, las miniseries pueden ser adaptaciones literarias como El abuelo o La Regenta, historias de la vida real como Padre Coraje o biografías de personajes célebres como Vicente Blasco Ibáñez, Miguel Hernández, Josep Pla o Salvador Dalí. Los episodios suelen cerrarse con un clímax que genere una expectativa en el espectador para engancharle al próximo episodio. A veces se programas en continuidad en varios días y menos habitualmente en una cita semanal. Las TV MOVIES (es decir, película para televisión o telefilm) tienen una hora y media o dos de duración. Se diferencia de un film pensado para la gran pantalla en aspectos estéticos, técnicos y de producción. Estéticamente está realizada con pocos planos generales y un marcado abuso del primer plano. Técnicamente, los distintos actos se estructuran pensando en los cortes publicitarios. Los puntos de inflexión y los clímax se distribuyen en momentos puntuales previamente fijados por el corte de publicidad de la cadena que ha encargado la grabación. A nivel de producción los plazos de rodaje son mucho más breves oscilando entre dos o tres semanas frente a las de seis a ocho semanas de un film de largometraje para cine; y desde luego poseen un número reducido de personajes, contados decorados y tramas de gran sencillez y muy directas. Los temas suelen sacarse de la realidad (de ahí el célebre cartel de ‘basado en hechos reales’), siendo el género más frecuentado el melodrama. Este tipo de producciones son generalizadas en Estados Unidos, existiendo cadenas de televisión como la televisión de pago HBO que las producen para tener un estreno semanal, lo que no obsta para que algunos de esos films puedan verse en las salas cinematográficas. En Europa la producción es más reducida y discontinua. En España el formato está considerado como la asignatura pendiente de las cadenas de televisión, realizándose cada año un escaso número de telefilmes Únicamente las televisiones autonómicas han establecido una política de producción continuada de este formato de ficción. |
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