MUNDO DE LA NATURALEZA Y MUNDO DE VALORES
Dentro
de la naturaleza causal está la materia inerte, las plantas, los
animales, el cuerpo humano, y hasta la psique humana. El complejo
mundo de nuestras emociones y sentimientos cae dentro de la naturaleza
causal, pues también aquí las mismas causas producen siempre los
mismos efectos y todo efecto tiene al menos una causa.
Se ha dicho con razón que las pasiones, dirigidas ciegamente hacia
un antivalor, no son en sí mismas malas o perversas. El antivalor
aparece cuando la voluntad consiente, no antes.
El error estoico consiste en creer que dentro de la naturaleza causal
hay antivalores. Tampoco hay valores.
La razón es simple. Ningún ente de la naturaleza causal es libre,
capaz de una iniciativa que nace de él y sólo de él. La libertad
es incompatible con el férreo determinismo que domina el mundo de
la naturaleza causal. Y donde no hay libertad no hay valores y viceversa.
Se formaliza así:
Libertad
Mundo de valores.
Persona es el ente que tiene delante un mundo de valores, que puede
cumplir o violar (Scheler). Decir que en la naturaleza causal todo
es ya como deber ser equivale a afirmar que en ella no hay valores,
que puedan estar en la situación de deber-ser y no ser aún.
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